Sin duda es un paso clave en la industria de gestión pasiva en España, en un momento en el que productos como los ETFs se han convertido en un indispensable de las carteras de los inversores, con un imparable aumento tanto en negociación como en el número de fondos ofertados. Además, con este apetito sobre […]
Dirigentes Digital
| 11 feb 2015
Sin duda es un paso clave en la industria de gestión pasiva en España, en un momento en el que productos como los ETFs se han convertido en un indispensable de las carteras de los inversores, con un imparable aumento tanto en negociación como en el número de fondos ofertados. Además, con este apetito sobre la mesa, Vanguard se adentra en un nuevo mercado europeo, donde ya ha quedado demostrada la explosión de la gestión pasiva en los últimos meses.
Según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad ha registrado dos de sus productos, el Vanguard Funds y el Vanguard Investment Series. En ambos (bajo la fórmula de una sicav), se han registrado más de 20 fondos indexados y 13 ETFs entre los que destaca el Vanguard S&P 500, uno de los productos estrella de la gestora, pero esta vez en formato UCITS.
Es un hecho que este tipo de productos atrae a los inversores no solo por su sencillez y diversificación. Sino también por una estructura de costes que en muchas ocasiones los hace mucho más asequibles que sus pares en fondos de inversión. De hecho, la guerra de precios que las grandes gestoras han vivido en el último año en EEUU tiene mucho que ver con el boom de los ETFs. Con la llegada de otras grandes entidades internacionales como State Street o Source a España, que competirán con otros gigantes como BlackRock, tal vez esa guerra por las comisiones más baratas se traslade con la misma fuerza al mercado nacional.
Sea por el motivo que sea, la realidad es que la gestión pasiva está creciendo a buen ritmo. Pero los expertos recuerdan que este estilo no está exento de riesgos. El principal es la concentración que presenta el sector, ya que al tener un esquema de comisiones tan bajo, requiere de la existencia de ciertas economías de escala que solo se consiguen con una gran cuota de mercado.
"Se estima que el 70% de la industria se concentra en solo tres proveedores: BlackRock, State Street y Vanguard)", recuerdan desde PwC en un reciente informe sobre el sector. Y recuerdan que a nivel mundial solo hay 100 gestoras de ETFs, y la entrada de nuevos jugadores es casi infranqueable.
Otro de los riesgos que señalan los expertos es la percepción de cómo estos instrumentos aumentan la volatilidad de las acciones y los índices subyacentes, y explican a los inversores que hay que estar muy atentos a estos productos de gestión pasiva cuando están muy apalancados.
Los expertos recuerdan que la gestión activa suele ser utilizada por inversores más estratégicos, mientras que la pasiva suele tener un uso más táctico. "En este sentido merece la pena poner en valor el papel de los estrategas que deciden el asset allocation, los selectores de fondos, que juegan el papel más importante de hoy en día en la industria, ya que deciden la cantidad que se invierte en cada índice", recuerdan los expertos.