Hagamos un poco de historia. El euro fue adoptado oficialmente en 1995, introducido como moneda de cuenta en 1999 y comenzó a circular en 2002. El nivel más bajo real del euro/dólar fue en los 0,8544 en febrero de dicho año y el nominal en los 0,8252 en octubre del mismo ejercicio. 13 años y […]
Dirigentes Digital
| 22 abr 2015
Hagamos un poco de historia. El euro fue adoptado oficialmente en 1995, introducido como moneda de cuenta en 1999 y comenzó a circular en 2002. El nivel más bajo real del euro/dólar fue en los 0,8544 en febrero de dicho año y el nominal en los 0,8252 en octubre del mismo ejercicio.
13 años y una crisis financiera y de deuda sin precedentes después, el pasado mes de marzo marcaba un mínimo de doce años en los 1,0457 dólares que, de momento, ha respetado. Desde mayo de 2014 hasta marzo, la divisa europea se desplomó cerca de un 33%.
A principios de febrero, Barclays hablaba ya de que la paridad llegará a finales de este 2015 y, desde entonces, los principales bancos de inversión se han apresurado a rebajar sus previsiones para la moneda única europea.
Por ejemplo, Deutsche Bank augura caídas hasta los 0,85 dólares, mientras que Goldman Sachs cree que en los próximos doce meses cederá hasta los 0,95 (llegando a los 0,80 a finales de 2017).
Más que los niveles en sí, las advertencias que más se han hecho notar en los mercados se han centrado en el hecho de que la caída del euro ha sido "demasiado rápida. Aunque no está nada claro que haya sido más de la esperada, si tenemos en cuenta que oficialmente el BCE no tiene objetivos de tipo de cambio", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
En este sentido, el prestigioso analista de Wall Street Jim Jubak, editor senior de mercados de Money Show, explica que lo interesante aquí es precisamente eso las expectativas. La recuperación experimentada por la divisa europea era la prevista tras el fuerte retroceso que había experimentado.
Sin embargo, matiza "el rebote no ha sido tal. En vez de recuperarse hasta los 1,15, hemos visto los 1,08-1,09 y esto no es un gran voto de confianza. Es una ‘contrarreacción’ bastante anémica a la fortaleza del dólar".
En su opinión, una vez que hayamos pasado algunos de los temores de debilidad, el cómo ha afectado el repunte del "billete verde" a los resultados en el primer trimestre, y lleguemos a "la locura griega sobre su capacidad para hacer frente a sus obligaciones financieras y recibir los fondos restantes", veremos al cruce euro/dólar retomar el declive.
"Tal vez no tan rápido como el que hemos visto hasta ahora, no se hundirá el euro como una piedra en el mar, pero ciertamente no hay ningún motivo que nos lleve a pensar en ponernos largos en el euro frente al dólar porque la tendencia se ha revertido. Estamos ante un simple repunte y las caídas se reanudarán tras el mismo", concluye.