Venezuela realizó elecciones el domingo 30 de julio para formar una Asamblea Constituyente; una decisión del gobierno de Nicolás Maduro que provocó una serie de rechazos por parte de países que no reconocen su legitimidad y han aumentado el aislamiento de su régimen. En medio de una crisis económica profundizada tras la caída de los precios […]
Dirigentes Digital
| 03 ago 2017
Venezuela realizó elecciones el domingo 30 de julio para formar una Asamblea Constituyente; una decisión del gobierno de Nicolás Maduro que provocó una serie de rechazos por parte de países que no reconocen su legitimidad y han aumentado el aislamiento de su régimen. En medio de una crisis económica profundizada tras la caída de los precios del petróleo, el sucesor de Hugo Chávez apeló a la consulta con el propósito de reformar la Constitución en temas relacionados con garantías de la defensa y seguridad para “profundizar la revolución bolivariana”. Según el Consejo Nacional Electoral, unos 8 millones de personas (41,53% del electorado) participaron de la elección de los diputados que tendrán como misión redactar una nueva constitución. La oposición dice que fueron 2,5 millones, o un 12,4%. Dos semanas antes, Mesa de Unión Democrática (MUD), el partido mayoritario de la oposición, había realizado una elección simbólica contra la reforma y sostiene que participaron 7 millones de personas. A esa oposición interna se le suma el rechazo de autoridades de Europa, Argentina, Colombia, Perú, Estados Unidos, Brasil y Uruguay, entre otros. Dictadura populista “Una amplia mayoría parece claramente no respaldar la Asamblea Constituyente y su convocatoria amenaza polarizar aún más el país y aumentar los enfrentamientos”, apuntó Federica Mogherini, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, al conocer la movilización contra Maduro. “Sin más relaciones” sentenció el presidente de Argentina, Mauricio Macri, al comentar la situación en Venezuela, donde “casi todo el mundo dice que no hay democracia”. Brasil pidió la cancelación de la Asamblea Constituyente a pesar de la elección y lamentó que “los pedidos de la comunidad internacional sean desoídos por Maduro“, dijo la cancillería brasileña. “El gobierno de Perú no reconoce los resultados de la elección ilegítima”, dice un comunicado oficial, que considera que esta elección “viola normas de la constitución venezolana”. México dijo que no reconocerá los resultados del plebiscito. “Las medidas para sembrar el terror entre la población reflejan el nivel de intolerancia que prevalece en el país”, dijo en un comunicado. Uruguay se mantuvo al margen, aunque su expresidente Julio Sanguinetti dijo que Venezuela vive hoy “la peor dictadura de su historia, un ejemplo de populismo” y Estados Unidos, por su parte, confirmó a través del Departamento de Estado que tomará medidas contra “los arquitectos del autoritarismo en Venezuela, incluyendo los que participan de la Asamblea Constituyente”. El ministro británico de Relaciones Exteriores, Alan Duncan, dijo que le causó un “shock” la “fraudulenta” asamblea y las muertes, mientras Canadá pidió la liberación de presos políticos y dijo que la asamblea es un “acto no democrático”. Trece países de la OEA han pedido la suspensión del plebiscito de Maduro. Hiperinflación y protestas Durante las protestas contra el régimen de Maduro que se realizan desde hace dos meses han muerto al menos 120 personas. A ello se le suman pronósticos, como el del FMI, de una inflación que este año será de 720% y de 2.068% en 2018, con una contracción económica del 7,4%. Maduro desconsidera las reacciones en su contra. “No obedezco órdenes imperiales de gobiernos extranjeros”, dijo en un discurso en red nacional al día siguiente de la elección y aludiendo en particular a Estados Unidos. A favor de Maduro se mantienen el presidente de Bolivia, Evo Morales, y los de Nicaragua, Cuba, Ecuador y Salvador.