A la OPV de Bankia acudieron lo más granado de la empresa española Santander, Telefónica,
CaixaBank, Iberdrola, Mapfre, Mutua Madrileña, ACS, Acciona, Ferrovial, Abengoa o OHL. La entidad levantó 1.200 millones entre inversores institucionales. La eléctrica vasca fue la primera en acudir a la vía judicial para reclamar 12 millones de la inversión de 70 millones que acometió en la operación.
Villar Mir y Hoteles Meliá se han sumado a la demanda. El grupo constructor reclama 20 millones más intereses, un importe equivalente a lo invertido en la operación, a la que también acudieron algunas de sus filiales como Fertiberia, OHL y Ferroatlántica, según informa Voz Populi. Por su parte, Expansión cifra la reclamación del grupo hotelero en un millón de euros.
Las últimas cifras facilitadas por Bankia indicaron que hay interpuestas contra Bankia 50 demandas de inversores institucionales. Hasta el momento ha habido siete sentencias desfavorables para el banco, todas ellas recurridas a instancias superiores, y una a favor.
La estrategia de Bankia es la misma que mantuvo con los contenciosos civiles contra los pequeños
accionistas de recurrir a instancias superiores. El camino judicial terminó con la sentencia del Tribunal Supremo que daba la razón a los pequeños inversores y obligó a la entidad a promover un acuerdo extrajudicial para zanjar la disputa, devolviendo la inversión más un 1% de intereses. La entidad cargó a provisiones casi 1.900 millones por esta eventualidad.
Para el tramo institucional, Bankia no tiene realizada ninguna dotación por el momento. Fuentes cercanas a Bankia aseguran que el impacto de las reclamaciones no superará los 300 millones de euros, ya que buena parte de las empresas que invirtieron en la salida a Bolsa vendieron sus acciones con apenas pérdidas y, en algunos casos, con plusvalías como fue el caso de Mutua Madrileña o Sabadell. Además, el mayor inversor, Mapfre, descartó la posibilidad de reclamar en base a la opinión de su equipo jurídico.
A favor de Bankia juega la sentencia del Supremo, que dio la razón a los pequeños accionistas. La Sala hizo diferencia entre los dos tipos de inversores, "los pequeños inversores que, a diferencia de lo que puede ocurrir con inversores más cualificados, carecen de otros medios para obtener información sobre los datos económicos relevantes y tomar la decisión de comprar las acciones". Esta puntualización limita las posibilidades de que los inversores cualificados logren la devolución de la inversión.