Hasta cuatro millones de personas podrían llegar a contagiarse de virus Zika, la enfermedad que sacude al mundo. Más de una treintena de países están afectados. Entre medio millón y 1,5 millones de personas se han contagiado del virus solo en Brasil, el país más afectado; Colombia, el segundo, ya supera los 30.000 casos. No […]
Dirigentes Digital
| 17 mar 2016
Hasta cuatro millones de personas podrían llegar a contagiarse de virus Zika, la enfermedad que sacude al mundo. Más de una treintena de países están afectados. Entre medio millón y 1,5 millones de personas se han contagiado del virus solo en Brasil, el país más afectado; Colombia, el segundo, ya supera los 30.000 casos. No existe vacuna y no se espera conseguir ninguna antes de 18 meses.
Sin embargo, el virus Zika ha traspasado el continente americano y ya se registran casos de la enfermedad en varios países europeos y asiáticos: Alemania, Reino Unido, España o China. La Organización Mundial de la Salud decretó el pasado 1 de febrero la Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII). ¿Significa que asistimos a una nueva pandemia mortal?
DIRIGENTES se ha puesto en contacto con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, con la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y otros profesionales sanitarios, y todos han confirmado lo mismo: el virus Zika no puede compararse con el ébola. "No es ni el ébola, ni es la gripe del 18, ni es la gripe del 2009" opina a DIRIGENTES José Antonio López, profesor y virólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y director de cultura científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa . Según estos expertos, el virus Zika es poco virulento. De hecho, solo el 20% de los infectados tienen síntomas, algo que dificulta aún más contabilizar los contagios. Entonces, ¿por qué estamos ante una emergencia sanitaria internacional?
Según José Antonio López, la alarma no tiene tanto que ver con la gravedad de la enfermedad como con lo rápido que se está extendiendo. "Creo que la alarma está justificada pero no hablamos de una pandemia como el ébola", apunta López, aunque admite que entre los propios virólogos hay controversia a este respecto, pues existen pocos estudios sobre este virus y aún hay muchas preguntas. Joaquim Gastón, portavoz de la SEIMC, opina a DIRIGENTES que la alarma en Europa sí "parece excesiva", ya que los únicos casos registrados son de personas que han viajado recientemente a países afectados.
Enfermedades asociadas
La OMS declaraba que la alarma venía motivada, además de por la rápida extensión del virus, por su posible asociación con el incremento de otras enfermedades o trastornos. Joaquim Gascón explica que la sospecha de que el virus Zika incrementa la probabilidad de los casos de microcefalia en recién nacidos (un trastorno por el que los bebés nacen con el cráneo y el cerebro más pequeños de lo normal) es "alta, suficiente para la alerta" pero añade que "hay que investigar más para poder establecer de modo inequívoco una relación causa-efecto".
De momento, solo en Brasil se registran cerca de 4.000 casos sospechosos de bebés con microcefalia nacidos meses después de la aparición del virus en el país. El pasado 11 de febrero, la agencia Reuters informaba que un nuevo estudio había "reforzado la asociación biológica" entre la infección del virus Zika y esta malformación congénita. Sin embargo, no solo se cree que el virus Zika incremente los casos de microcefalias, sino también los de otros trastornos neurológicos, como el síndrome Guillain-Barré, que aunque solo ocurre en un pequeño porcentajede los afectados (menos del 1%, según la SEIMC), sí que puede ser grave. Este síndrome es una enfermedad autoinmune, en la que el propio sistema inmunitario ataca al sistema nervioso y provoca parálisis progresiva de los músculos.
El virus Zika se transmite a través del mosquito Aedes aegypti (el mismo portador del dengue o la fiebre amarilla), por lo que las zonas donde no existe este mosquito deberían estar fuera de peligro. Sin embargo, nuevas informaciones apuntan a que el virus podría transmitirse también por otras vías, como la sanguínea o la sexual. Ante el riesgo de que el virus pueda contagiarse entre personas, varios países han iniciado medidas preventivas, como Francia, que ha restringido las transfusiones de sangre para quienes hayan viajado a zonas afectadas.
Puede leer el reportaje completo en la revista DIRIGENTES del mes de marzo