Vodafone comunicó el pasado 10 de mayo que los clientes de Vodafone Ono recibirían su facturación desde la matriz, Vodafone España, a partir del mes de junio, culminando así la fusión de ambas empresas. Sin embargo, ahora la compañía ha anunciado que de momento seguirá actuando como hasta ahora, a través de Vodafone Ono, y […]
Dirigentes Digital
| 13 jun 2016
Vodafone comunicó el pasado 10 de mayo que los clientes de Vodafone Ono recibirían su facturación desde la matriz, Vodafone España, a partir del mes de junio, culminando así la fusión de ambas empresas. Sin embargo, ahora la compañía ha anunciado que de momento seguirá actuando como hasta ahora, a través de Vodafone Ono, y paraliza temporalmente la integración de Ono "por causas sobrevenidas de orden jurídico".
Según informa Reuters, un portavoz de Ono habría comunicado que los motivos tienen que ver con que la culminación de la fusión conllevaría mayores cargas fiscales para la teleco. "Tras una reciente sentencia, las tasas fiscales que la compañía integrada tendría que soportar serían mucho más altas que las tasas para las dos sociedades separadas", ha declarado el portavoz.
Y es que, el Tribunal Supremo en un fallo reciente, consideró legal el cobro de una tasa impuesta por el Ayuntamiento de Madrid a las operadoras de telefonía móvil por el uso del subsuelo y el suelo, lo que abre la puerta a que otros ayuntamientos puedan hacer lo mismo e instaurar nuevos impuestos a las empresas de telecomunicaciones.
DIRIGENTES ha consultado a Vodafone para conocer las posibles consecuencias de esta decisión para los clientes y para las compañías. Desde la compañía explican que la suspensión de la fusión "no tiene impacto alguno ni sobre el modelo comercial, ni los servicios de soporte, ni la experiencia de cliente". "La única diferencia es que ambas sociedades tendrán que mantener contabilidades separadas y los clientes que sean a la vez de Vodafone Ono y Vodafone España continuarán recibiendo dos facturas", explican desde Vodafone. Además, al preguntarle si se trata de un aplazamiento definitivo, ya que se debe a la creación de un nuevo impuesto, Vodafone declara que están valorando el impacto de dicho impuesto "y es pronto para decidir si la suspensión es temporal o definitiva".
Vodafone adquirió en 2014 Ono por un total de 7.200 millones de euros y, de momento, seguirán operando como dos compañías separadas.