Desde que Vodafone llegara a un acuerdo para adquirir Ono, los rumores sobre la cantidad de despidos que iba a llevar a cabo la compañía no han cesado. En julio, la empresa de telecomunicaciones comunicó que las personas que perderían su empleo serían unas 1.300. El pasado martes, tuvo lugar la primera reunión entre los […]
Dirigentes Digital
| 02 sep 2015
Desde que Vodafone llegara a un acuerdo para adquirir Ono, los rumores sobre la cantidad de despidos que iba a llevar a cabo la compañía no han cesado. En julio, la empresa de telecomunicaciones comunicó que las personas que perderían su empleo serían unas 1.300. El pasado martes, tuvo lugar la primera reunión entre los representantes de la empresa y los de los sindicatos, justo cuando concluían los dos meses de negociaciones. Ahora, ambas partes tienen un periodo de consulta de 1 mes para llegar a un acuerdo, que parece bastante lejano.
El próximo martes tendrá lugar la segunda reunión del tiempo de consulta, una vez que desde los sindicatos hayan analizado la gran cantidad de información que les ha facilitado Vodafone. Por el momento, lo único que ha trascendido es que el número exacto de despidos serán 1.297, lo que supone que el proceso de regulación afectará al 21,5% de los empleados de ambas compañías que ascienden a 6.000. De estas 1.297 personas, 805, el 62% corresponden a la plantilla de Ono, y el 37% a la de Vodafone.
El sindicato UGT ya fue muy crítico con la propuesta del grupo a finales de julio. "Desde UGT, conforme a lo expresado en otras ocasiones, rechazamos que, una vez más, el instrumento para hacer una compañía competitiva sea la destrucción de empleo, renunciando a la búsqueda de fórmulas alternativas en el ámbito organizativo y de recursos".
Desde las organizaciones sindicales cuesta entender la ‘necesidad’ de este ERE, cuando la compañía acaba de subir las tarifas a todos los usuarios, lo que supondrá un significativo aumento en los ingresos del próximo año, y ha adquirido los derechos televisivos de la Champions League y la Europa League a Movistar, pese a que, según ha explicado Antonio Coimbra, consejero delegado de la compañía, este año pagan cuatro veces más por ellos que en la pasada temporada, al haber tenido que recomprar los mismos a Movistar tras su fusión con Canal+.
Cabe recordar además que antes de la adquisición de Ono, Vodafone ya emprendió un despido forzoso en 2013 cuando la empresa pactó con los sindicatos un ERE, que incluyó el despido de 620 trabajadores, la externalización de servicios, con 130 empleados afectados, así como cambios en las condiciones laborales para otras 150 personas. Sin embargo, ni entonces, ni en todo este tiempo la compañía ha suspendido el dividendo que reparte entre sus accionistas, elevando esta retribución al nivel de prioridad. De hecho, en el comunicado correspondiente a los últimos resultados de Vodafone, la empresa detalló que uno de sus objetivos es volver a la senda del crecimiento para poder así aumentar esta cuantía.
En cuanto a sus últimos resultados, aunque no son demasiado buenos, Vodafone ha rozado el crecimiento tras 7 años de fuertes caída. En 2008 fue la última vez que crecieron las ventas de la compañía y desde entonces, la crisis económica se ha traducido en pérdidas en todos sus ejercicios.
Entre abril y junio de 2015, los ingresos de la compañía fueron de 1.113 millones de euros, lo que supone una caída del 5,5%. Mientras, el beneficio neto atribuible se ha situado en los 5.761 millones de libras (8.033 millones de euros, lo que ha supuesto un descenso del 90,3% con respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, la cifra de negocio de la empresa ha aumentado un 10,1% hasta los 42.227 millones de euros.
