La compañía alemana quiere limpiar su imagen en Brasil. Tras su apoyo a la dictadura de vivió el país entre 1964 y 1985, Volkswagen ha señalado que "estamos en el inicio de una discusión sobre cómo llegar a un acuerdo respecto a esta cuestión", según declaraciones de Manfred Grieger, director del departamento de Comunicación Histórica […]
Dirigentes Digital
| 02 nov 2015
La compañía alemana quiere limpiar su imagen en Brasil. Tras su apoyo a la dictadura de vivió el país entre 1964 y 1985, Volkswagen ha señalado que "estamos en el inicio de una discusión sobre cómo llegar a un acuerdo respecto a esta cuestión", según declaraciones de Manfred Grieger, director del departamento de Comunicación Histórica al diario O Estado de Sao Paulo.
A falta de concretar cómo la compañía va a saldar su ‘deuda’ con Brasil, se baraja la posibilidad de que Volkswagen financie un museo en memoria de las víctimas del régimen militar. Y es que, durante la dictadura, la firma cedió coches y espacios que después se utilizaron para crear centros de tortura.
Esta decisión es clave para restituir la imagen de Volkswagen en el país latinoamericano en un momento en el que toda su reputación ha saltado por los aires. En septiembre saltaba por lo aires la reputación del Grupo Volkswagen después de conocerse que manipuló el software para reducir los datos de emisiones.
En los primeros momentos, el fabricante de automóviles estimó que tendría que provisionar unos 6.500 millones de euros en el tercer trimestre tras admitir que hasta 11 millones de vehículos estarían afectados por el software que mide de forma engañosa las emisiones. De momento, varios países han llamado a revisión a miles de vehículos y Alemania ha ordenado exámenes de emisiones independientes a todos los vehículos diésel de Volkswagen comercializados en su país.
Por ello, la cifra podría subir muy por encimas de esos 6.500 millones euros iniciales. En concreto, Bloomberg estima que Volkswagen podría llegar a necesitar hasta 35.000 millones de euros.