Francisco de Zurbarán y su obra han sido objeto de numerosas muestras, desde la primera organizada en Madrid en 1905 hasta las múltiples manifestaciones artísticas que conmemoraron el IV centenario de su nacimiento en 1998, y que culminaron con una gran exposición monográfica en Sevilla. Diez años antes, en 1988, la extensa antológica celebrada en […]
Dirigentes Digital
| 05 may 2015
Francisco de Zurbarán y su obra han sido objeto de numerosas muestras, desde la primera organizada en Madrid en 1905 hasta las múltiples manifestaciones artísticas que conmemoraron el IV centenario de su nacimiento en 1998, y que culminaron con una gran exposición monográfica en Sevilla.
Diez años antes, en 1988, la extensa antológica celebrada en el Museo del Prado supuso una puesta al día de los estudios sobre el pintor y su personalidad pictórica, pero evidenció también lagunas que afectaban al taller, a la datación de algunas obras o a momentos de su vida; aspectos que han podido conocerse gracias a las investigaciones llevadas a cabo desde entonces hasta la actualidad.
Esos más de 25 años transcurridos son una buena razón para dedicarle una nueva exposición monográfica que ahonde en su figura, su obra y su tiempo y que, lejos de pretender ser una revisión exhaustiva, presente algunas de las más importantes novedades y descubrimientos, obras inéditas o recientemente recuperadas y piezas restauradas para la ocasión.
Tras su presentación en Madrid, para la que cuenta con el mecenazgo de Japan Tobacco International, la exposición viajará a Alemania, al Museum Kunstpalast de Düsseldorf, donde podrá visitarse del 10 de octubre de 2015 al 31 de enero de 2016.
La selección de obras realizada por las dos comisarias del proyecto -Odile Delenda, autora del catálogo razonado del pintor y colaboradora del Instituto Wildenstein de París, y Mar Borobia, Jefe del Área de Pintura Antigua del Museo Thyssen-Bornemisza– se ha centrado en primer lugar en la obra autógrafa de Zurbarán, con piezas destacadas de distintas épocas y de algunos de los grandes conjuntos que realizó a lo largo de toda su carrera.
Los préstamos proceden de colecciones y museos españoles, europeos y americanos, e incluyen algunas obras nunca antes expuestas en España y otras que han pasado a formar parte del catálogo del pintor después de 1988. También se presenta por primera vez una sala dedicada a la producción de los ayudantes del taller y otra a la naturaleza muerta, en la que se reunirán algunos de los escasos bodegones del maestro junto a los de su hijo Juan, colaborador y discípulo aventajado, cuyas magníficas pinturas de flores y frutas han sido recientemente redescubiertas y puestas en valor.