El hidrógeno se presenta como un elemento clave para lograr los objetivos de descarbonización fijados por la Unión Europa. Esto hace que se haya convertido en una gran oportunidad de inversión, como demuestra el fondo CPR Invest- Hydrogen de Amundi. Amundi ha lanzado el fondo CPR Invest- Hydrogen enfocado en el hidrógeno, ¿qué oportunidades se […]
El hidrógeno se presenta como un elemento clave para lograr los objetivos de descarbonización fijados por la Unión Europa. Esto hace que se haya convertido en una gran oportunidad de inversión, como demuestra el fondo CPR Invest- Hydrogen de Amundi.
La voluntad de los gobiernos de introducir soluciones reales y disponer del mix energético capaz de abordar el objetivo de cero emisiones netas resuena con el compromiso de los agentes económicos, la investigación, la innovación y los inversores. Este esfuerzo combinado de voluntades está estimulando el desarrollo de un ecosistema realmente innovador y diversificado, con nuevos actores y servicios en torno al hidrógeno, asegurando así que el hidrógeno descarbonizado se convierta definitivamente en una solución clave para acelerar la transición energética en todos los sectores
Además, el momento en el que se encuentra el mercado es el idóneo. El impulso sin precedentes del que goza el hidrógeno en la actualidad está completamente justificado y ha llegado para quedarse. El empuje y los compromisos globales hacia la sostenibilidad, los avances tecnológicos, la caída de los costes y las iniciativas de inversión masiva tanto de los actores privados como de los públicos están apoyando plenamente el crecimiento de la emergente economía del hidrógeno.
Este fondo de renta variable global ofrece una respuesta única al reto del cambio climático, apoyando la economía del hidrógeno, ya invertible y en desarrollo, que ofrece un importante potencial de crecimiento.
Nuestro universo de inversión abarca toda la cadena de valor del hidrógeno, desde el upstream con energías verdes (exploración y producción), hasta el downstream (refinamiento y comercialización); con diversos actores, como las industrias del automóvil y del ferrocarril, pasando por el almacenamiento y la distribución.
El otro elemento clave es el enfoque de inversión responsable del fondo. Excluimos las empresas con peor comportamiento en materia ESG y con un alto nivel de controversia, y supervisamos los indicadores de impacto. El fondo cumple con los requisitos del artículo 9 del reglamento SFDR.
Como estamos expuestos a toda la cadena de valor del hidrógeno, la cartera está bastante diversificada y no está totalmente concentrada. Además, la cartera se gestiona de forma activa y nos ocupamos de construir una sólida cartera ajustada al riesgo mediante una estrecha gestión de las restricciones.
Nuestro objetivo son compañías con una exposición material y concreta al hidrógeno. Incluimos en nuestro universo sólo a las empresas cuyo equipo directivo ha expuesto una visión real del hidrógeno, acompañada de proyectos de hidrógeno en curso que están más allá de la fase de I+D y en una fase de desarrollo avanzada.
Además de la cadena de valor del hidrógeno, invertimos en empresas cuya actividad gira en torno a la fabricación de turbinas eólicas o paneles solares. De hecho, la energía limpia es esencial para generar la reacción química que divide el agua en oxígeno e hidrógeno verde. Este proceso de división del agua, conocido como electrólisis, es posible gracias al uso de dispositivos electrolizadores. Por lo tanto, en nuestro universo también se encuentran empresas dedicadas al desarrollo y la implantación de esta tecnología fundamental.
También seleccionamos empresas que se benefician del uso del hidrógeno. De hecho, el hidrógeno, al ser un vector energético de gran versatilidad, tiene múltiples aplicaciones y puede utilizarse para descarbonizar diferentes sectores.
El hidrógeno, el compuesto más ligero y abundante del universo, es un elemento clave para descarbonizar el impacto de la actividad humana en el planeta y afrontar el reto de una economía neta cero para 2050.
De hecho, es la única solución viable para reducir las emisiones en sectores que son difíciles de descarbonizar con las energías renovables actuales, como la industria pesada o el transporte, salvando así la brecha en la que la electrificación directa es difícil, si no imposible. El hidrógeno verde puede proporcionar una energía descarbonizada para los centros de producción, sustituir procesos de fabricación que actualmente utilizan combustibles fósiles u ofrecer una auténtica alternativa a los motores convencionales.
Entre las enormes inversiones gubernamentales, la proliferación de proyectos públicos y privados, los avances tecnológicos y la caída de los precios, el hidrógeno se perfila como una solución clave.
Dado que cubrimos toda la cadena de valor del hidrógeno, desde el principio hasta el final, el sector del automóvil está presente como usuario de hidrógeno. Un ejemplo podría ser Toyota, que produce el coche Mirai, impulsado por hidrógeno.
Se está produciendo un movimiento hacia todas las energías alternativas, en particular hacia el hidrógeno. La Comisión Europea publicó el 8 de marzo su plan REPowerEU sobre energía sostenible, que hace hincapié en la reducción de la dependencia del gas ruso de aquí a 2030 y se centra en particular en la descarbonización y la eficiencia energética. En esta perspectiva, una gran parte está dedicada al hidrógeno. De hecho, la Comisión Europea ha declarado que quiere cuadruplicar su objetivo inicial de producción de hidrógeno verde en el periodo 2020-2030 para acelerar el cambio hacia las energías alternativas y la independencia de los combustibles fósiles de Rusia.
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