Las agencias calificadoras han sido rápidas en su actuación. Han degradado el rating de muchas compañías y la posibilidad de que se apliquen nuevas rebajas de las calificaciones perseguirá al mercado durante los próximos meses. Los cálculos de JP Morgan apuntan a que alrededor de 215.000 millones de dólares en bonos estadounidenses y 100.000 millones […]
Las agencias calificadoras han sido rápidas en su actuación. Han degradado el rating de muchas compañías y la posibilidad de que se apliquen nuevas rebajas de las calificaciones perseguirá al mercado durante los próximos meses. Los cálculos de JP Morgan apuntan a que alrededor de 215.000 millones de dólares en bonos estadounidenses y 100.000 millones de euros en bonos europeos verán revisadas a la baja sus calificaciones hasta high yield este año. De hecho, según detalla Roman Gaiser, director de Alto Rendimiento de EMEA de Columbia Threadneedle, “desde principios de año, los «ángeles caídos» en el universo europeo ascienden a 30.000 millones de euros y 3.500 millones de libras esterlinas, un importe superior al de 2018 y 2019 en su conjunto, y ya representan en torno al 10% del mercado europeo de alto rendimiento en circulación”.
Se denominan ángeles caídos a aquellos bonos con calificación crediticia de grado de inversión que, por su pérdida de calidad, han pasado a ser “bonos basura” o “high yield”. Un proceso que se ha acelerado en medio de la crisis actual. “El doble mazazo que ha asestado a la economía mundial el brote de Covid-19 y el desplome del precio del petróleo ha reverberado en todas las clases de activos. El mercado de bonos high yield debe hacer frente ahora a un tercer golpe potencial: una avalancha de bonos investment grade víctimas de revisiones a la baja de sus calificaciones”, destaca Marty Dropkin, director global de análisis del área de Renta Fija de Fidelity International.
¿Hay oportunidades en ángeles caídos?
Como en todo, no hay que meter a todas las compañías en el mismo saco. Erick Muller y Tatjana Greil-Castro, de Muzinich & Co, consideran que los “mercados deberían mantener la sangre fría con respecto al riesgo de los ángeles caídos” y destacan que “algunos sectores se verán más afectados que otros”. A nadie se le escapa que los sectores de la energía, transportes y automóvil ya tenían fundamentales débiles antes de la irrupción del coronavirus. De hecho, en este sector, “Ford se ha convertido recientemente en el mayor ángel caído de la historia a consecuencia de la crisis actual”, recuerdan desde Fidelity. Y varios emisores más de este sector corren el riesgo de seguir sus pasos.
Mientras, otros sectores “como las farmacéuticas y los servicios online podrían resistir mejor”, apuntan los expertos de Muzinich & Co. Y en medio de todos ellos -aseguran- puede haber potenciales oportunidades para inversores activos a largo plazo siempre que “los cambios de ratings no supongan un incremento del riesgo de default”. En efecto, “una bajada de calificación desencadena cierta acción del precio ya que algunos inversores tienen que vender sus tenencias. Los inversores pasivos o ETFs no podrán conservar los bonos”, pero justo eso puede suponer una oportunidad, aseguran estos expertos. Además, no olvidan el hecho de que los inversores típicos de high yield “están siendo más selectivos en el sector en nuestra opinión y no aceptarían la calificación más baja. Probablemente subirían en calidad crediticia en este segmento”. Por lo tanto, desde esta firma esperan “una demanda decente para estos ángeles caídos en nombres y sectores que no estarán demasiado expuestos al probable aumento del incumplimiento en 2020”.
En la misma línea Roman Gaiser recuerda que “algunos de estos «ángeles caídos» presentan fundamentales relativamente sólidos y podríamos considerarlos oportunidades de inversión”, dado que “en estos momentos creemos que los diferenciales compensan en gran medida el creciente riesgo crediticio”.
Por su parte, Andrea DiCenso, gestora de fondos en Loomis Sayles (gestora de Natixis IM), cree que los denominados ángeles caídos pueden ser “un área de oportunidad cuando comencemos a ver la recuperación”. De hecho subraya la vuelta de tortilla que se está produciendo con en el mercado de deuda. “No hace tanto teníamos a inversores del segmento Investment Grade buscando en el mercado High Yield la oportunidad de encontrar rendimientos más elevados. Ahora tenemos el escenario contrario, con inversores de High Yield examinando oportunidades atractivas en el ámbito de triple B”.
Para los expertos de Amundi conviene no perder de vista que “los ángeles caídos han tenido históricamente perfiles de rendimiento muy sólidos y la decisión de la Fed de comprarlos podría limitar las presiones sobre este segmento”.