Los bancos están viviendo un cambio de paradigma vertiginoso en cuanto a las condiciones financieras. El Banco Central Europeo ha sacado los tipos de interés del 0% después de ocho años siguiendo este modelo, también marcado por el QE. Ahora, la situación es diferente y podría beneficiar a la banca, pero con unos matices importantes, […]
Los bancos están viviendo un cambio de paradigma vertiginoso en cuanto a las condiciones financieras. El Banco Central Europeo ha sacado los tipos de interés del 0% después de ocho años siguiendo este modelo, también marcado por el QE. Ahora, la situación es diferente y podría beneficiar a la banca, pero con unos matices importantes, tal y como señala José Luis Cortina, Presidente de Neovantas.
Pienso que no, la necesidad de aplicar provisiones próximamente por la situación económica difícil a la que nos estamos enfrentando y el impuesto que se aplicará en este mismo año a los grandes bancos españoles contendrá en el corto-medio plazo el alza de resultados que se esperaba con la subida de tipos.
Claramente las subidas de tipos de interés impactarán de forma muy positiva en el margen de intereses de las cuentas de resultados de los bancos, es decir en su primera línea, pero habrá que ver cómo afectará la situación macroeconómica al resto de líneas de la cuenta de resultados y, en particular, al frente de la morosidad que se terminará reflejando en la necesidad de provisiones muy probablemente.
Sí, porque no reflejan ni de lejos el valor en libros de los mismos, ni el potencial de resultados que pueden aspirar por las medidas de reestructuración drástica que realizaron en estos últimos años y otras medidas que están emprendiendo para adaptar su modelo de negocio a un mercado cambiante, más competitivo y exigente.
El reto fundamental al que se enfrentan hoy todos los bancos españoles es el de su rentabilidad. Superar el 10% en ROE y mantenerlo ampliamente por encima de ese listón será la prioridad de todos ellos. Es cierto que Santander, BBVA y Bankinter lo superan según los resultados del primer semestre que han comunicado, pero va a ser una labor ardua este objetivo de rentabilidad y más aún cuando desde este mismo año se aplique el impuesto a la banca que se aprobará próximamente.
Desgranando rápidamente este objetivo de ROE, diría que las entidades se enfrentan en el corto plazo a una gestión inteligente de la subida de los tipos de interés, así como a prepararse para un aumento de la morosidad en ciernes. Respecto al primero, las entidades deberán de cuidar mucho el diseño de los productos, tanto de pasivo como de activo, que pongan a disposición de sus clientes particulares y de empresas. Respecto al frente de la morosidad, tendrán que afinar sus sistemáticas correspondientes. Ambos retos, ingresos y morosidad, se materializarán en avanzar por parte de las entidades en la gestión dinámica de todos los canales de interacción con sus clientes y en una explotación dinámica y pragmática de toda la información disponible de los clientes, tanto estructurada/tradicional como desestructurada (grabaciones, textos y videos).
No, hay diferencias apreciables, en primer lugar por la propia naturaleza de cada entidad. Así, es muy distinta la situación del Santander y BBVA con más del 50% de su actividad fuera de nuestras fronteras que la del resto de entidades españolas. No obstante, a la hora de invertir en el sector financiero yo, personalmente, me fijaría en los aspectos concernientes a sus modelos de negocio y apostaría por aquellas entidades que crea están apostando por un modelo a futuro ganador y están ya emprendiendo medidas para disponerlo