Blockchain es una tecnología que nació con la creación de Bitcoin, pero que ha logrado trascender para suponer una revolución en el mundo de las finanzas. Aunque, todavía el mundo se encuentra en una fase de adopción, Justin Summer, analista de BNY Mellon, considera que puede ser muy interesante tomar exposición a empresas y sectores […]
Blockchain es una tecnología que nació con la creación de Bitcoin, pero que ha logrado trascender para suponer una revolución en el mundo de las finanzas. Aunque, todavía el mundo se encuentra en una fase de adopción, Justin Summer, analista de BNY Mellon, considera que puede ser muy interesante tomar exposición a empresas y sectores que están desarrollando esta tecnología.
En nuestra opinión, las dos van de la mano. Si echamos la vista atrás, la transformación digital ya era una tendencia consolidada antes de la pandemia, así que lo que hemos experimentado ha sido una fortísima aceleración (estimamos que en torno a 2-3 años). Esta situación ha facilitado la aceptación mundial de la transición hacia una sociedad digital. Los esfuerzos de digitalización son muy diversos y las formas de pago electrónico tradicionales han ido evolucionando, otra tendencia que se ha visto acelerada por la pandemia. El mercado de las criptomonedas ya supera el billón de dólares y está creciendo a gran velocidad. Hay muchas razones que explican este crecimiento, aunque, en general, nos hemos centrado en las favorables tendencias generacionales, así como en los problemas que existen en el mercado y las tecnologías capaces de resolver esos problemas (en este caso, blockchain).
De hecho, una de las principales características de la tecnología de cadena de bloques (blockchain) es que fomenta la confianza entre las partes que están llevando a cabo una transacción. Cada vez más operaciones se realizan en línea, por lo que la confianza se ha convertido en un aspecto crítico de cualquier transacción y blockchain ayuda a solventar este problema. La seguridad está muy de actualidad, y con razón, así que, si pensamos que la red de bitcóin nunca ha sufrido un ataque informático, esto sirve para reconfirmar el nivel de seguridad que aporta la tecnología blockchain. Otro aspecto importante de cualquier mecanismo transaccional es que esté siempre operativo, es decir, que podamos operar cuando queramos. La mayoría de las redes de blockchain están descentralizadas, por lo que no dependen de una red en particular sino en una multitud de participantes que contribuyen a la red y que, en algunos casos, reciben una remuneración económica por ello.
Encontramos oportunidades interesantes tanto en empresas nuevas como existentes que desean aprovechar el poder transformador de la tecnología blockchain. Nuestra cartera, por ejemplo, está llena de empresas innovadoras que se están beneficiando de las soluciones, servicios y aplicaciones de blockchain o están ayudando a desarrollarlos. Por ejemplo, invertimos en una importante firma internacional de productos de lujo que ha creado una cadena de bloques privada, en la que también participan otras firmas de productos de lujo, para intentar dar solución a diversas cuestiones como garantizar la sostenibilidad de sus cadenas de suministro y proporcionarles a los consumidores transparencia y trazabilidad a lo largo del ciclo de vida de sus productos. También permite que los consumidores puedan consultar el historial del producto y verificar su autenticidad, desde la fábrica hasta el punto de venta e, incluso, los mercados de segunda mano, lo que ha permitido que el consorcio participe en estas transacciones, entre en nuevos mercados como el de los productos digitales y continúe añadiendo valor a la marca.
Otra empresa que nos gusta es un banco regional de EE. UU. que se ha posicionado como el principal intermediario regulado entre inversores institucionales y bolsas de activos digitales. La red del banco, que funciona 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año, permite transferir fondos en tiempo real entre los participantes, algo que resulta esencial porque los mercados de criptodivisas nunca cierran. Los miembros de la red se benefician de la eficiencia operativa y de capital que ofrece la plataforma del banco. Además, su estatus como entidad bancaria regulada por la Reserva Federal estadounidense los sitúa en buena posición para emitir stablecoins (criptomonedas estables) respaldadas por el dólar.
La tecnología blockchain está transformando los ecosistemas basados en la confianza, que no son más que las redes modernas con las que interactuamos a diario. Por primera vez, dos usuarios (que quizás no se conozcan entre ellos o no confíen el uno en el otro) pueden llevar a cabo una transacción de forma descentralizada con la certeza de que es fiable y segura. Esto incluye criptodivisas (transferencia de valor), contratos inteligentes (transferencia de bienes y servicios), registros (médicos, escrituras), etc. Existe un registro seguro, verificado por consenso, permanente e inmutable de que esa transacción se ha realizado, de forma que no se puede cuestionar su legitimidad ni alterar los detalles. En este sentido, la gente tiene razón cuando compara blockchain con internet. Aunque la tecnología no pertenece a nadie en concreto, puede generarse mucho valor entre quienes lideren y adopten esta nueva tecnología. Esta transformación está abriendo numerosas y variadas oportunidades de inversión.
Algunas de las empresas líderes en la actualidad están interesadas en adoptar esta tecnología para poner fin a prácticas heredadas (lo que podría fomentar el crecimiento y/o el ahorro de costes) y sacar ventaja a sus competidoras, mientras que muchas de las nuevas empresas que están llegando al mercado son esenciales para el desarrollo de los ecosistemas de blockchain y/o facilitan la tecnología de cadena de bloques. La pandemia ha acelerado la necesidad de transformación digital y la financiación de empresas y proyectos relacionados con blockchain ha recibido un fuerte impulso últimamente. Nuestro universo de inversión ha pasado de contar con 50 cotizadas ligadas a esta tecnología en 2018 a más de 300 en la actualidad, y seguimos añadiendo nuevas empresas cada semana. Consideramos que estamos ante una temática sostenible a largo plazo, capaz de generar rentabilidades atractivas a lo largo de la próxima década, o incluso más.
Además de hacer que un activo digital sea único y seguro, blockchain acelera los procesos gracias a una red descentralizada que siempre está operativa. En el sector financiero, existe potencial para reducir notablemente el tiempo de liquidación de transacciones (haciéndolo casi instantáneo) mediante el intercambio de tókenes/monedas, lo que supondrá una revolución para muchos negocios que facilitan miles de millones de transacciones financieras (préstamos, acciones, bonos, etc.) en todo el mundo y conllevará una drástica mejora en términos de accesibilidad, coste, velocidad y seguridad. Estamos encontrando nuevas empresas que traen al mercado nuevos productos y soluciones para abordar la transformación digital de los mercados financieros.
Los informes publicados presentan estimaciones muy diversas, pero la tasa de crecimiento anual acumulada (CAGR) a cinco años ronda el 35% de media, pero puede llegar a superar el 80% (Grand View Research). En cualquier caso, hablamos de una atractiva oportunidad de crecimiento que continuará evolucionando durante la próxima década. Estamos viendo casos de uso muy diversos en prácticamente todos los sectores de la economía. Ahora mismo, algunas áreas de adopción han avanzado más que otras. En nuestra opinión, la adopción de la tecnología blockchain está evolucionando en tres segmentos diferentes: sistemas financieros (finanzas descentralizadas o DeFi), blockchain para empresas y activos tokenizados. El segmento de sistemas financieros se centra en acelerar los tiempos de ejecución y liquidación, reducir costes y mejorar la accesibilidad con respecto a los sistemas y prácticas actuales. Blockchain para empresas es el segmento más diverso, ya que abarca un amplio número de aplicaciones, desde monitorización de la logística y trazabilidad de la cadena de suministro hasta verificación de origen, identificación segura y seguimiento de licencias o regalías/derechos de autor. La tokenización de activos ha experimentado una fuerte aceleración en los últimos meses gracias al arte digital y los NFT (tókenes no fungibles), pero vemos enormes oportunidades aún por explotar en áreas como el sector inmobiliario, los coleccionables y el juego.
Por eso nos parece que estamos en un buen momento para invertir en esta nueva tecnología, que está en pleno crecimiento. Aunque estos dos últimos segmentos (blockchain para empresas y tokenización de activos) se encuentran aún en una fase de adopción más temprana, en los próximos años estas áreas impulsarán la expansión del mercado objetivo más allá de los sectores tecnológico y financiero. Cualquier inversor se beneficiará de contar con exposición a estas interesantes oportunidades de crecimiento.
Creemos que podemos mitigar parte de la volatilidad asociada a las oportunidades que están surgiendo en esta temática gracias a que nuestra cartera intenta ganar exposición a un amplio abanico de casos de uso de blockchain. La volatilidad y el riesgo van de la mano de la innovación, pero, como ocurre con cualquier clase de activo, puede resultar beneficioso diversificar la exposición de la cartera, medida tanto por parámetros tradicionales como no tradicionales. En Newton tenemos la suerte de contar con capacidades de análisis fundamental y cuantitativo de primera clase para evaluar la temática de blockchain y asegurarnos de equilibrar los riesgos y los beneficios en los distintos segmentos de adopción. Dentro de los tres segmentos de adopción en los que nos centramos, los criptoactivos, que son el caso de uso que presenta más volatilidad, representan una pequeña parte de la temática más general de disrupción de las redes financieras mundiales. Como parte de un enfoque equilibrado para explotar la temática blockchain, es importante tener algo de exposición al ecosistema de los criptoactivos, pero creemos que, con el tiempo, este ecosistema experimentará una fuerte consolidación. Nos parece importante evaluar si un criptoactivo ofrece algún caso de uso más allá de ser reserva de valor y, en caso negativo, determinar si la reserva de valor ha sido adoptada a nivel institucional, lo que le permitirá existir a largo plazo. Ahora mismo, el bitcóin es una reserva de valor. Según nuestro análisis, el grado de adopción institucional, la capitalización de mercado y el volumen de transacciones nos llevan a pensar que puede existir como «oro digital». Pese a que anticipamos que el ecosistema de los criptoactivos se acabará consolidando, convendrá centrarse en las oportunidades que permitan mantener exposición, pero que contrarresten algunos de los temores que se suelen asociar a una clase de activo incipiente. Conjugar esta exposición con las inversiones en blockchain para empresas y tokenización de activos (nuestros otros dos segmentos de adopción) resulta crucial para gestionar de forma efectiva la volatilidad y la rentabilidad.
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