La transición ecológica es una realidad en la que estamos inmersos y que seguirá creciendo en los próximos años con la finalidad de llegar a las 0 emisiones para el año 2050. Esto supone un gran cambio en nuestra economía, con grandes oportunidades de inversión en aquellos sectores que pueden salir más reforzados, según cuenta […]
La transición ecológica es una realidad en la que estamos inmersos y que seguirá creciendo en los próximos años con la finalidad de llegar a las 0 emisiones para el año 2050. Esto supone un gran cambio en nuestra economía, con grandes oportunidades de inversión en aquellos sectores que pueden salir más reforzados, según cuenta Nicolas Jacob, Gestor del fondo ODDO BHF Green Planet.
Construimos una cartera que invierte exclusivamente en acciones que abordan problemas medioambientales, ayudando así a impulsar la transición ecológica. Esto permite a los inversores invertir en empresas que, según nuestro análisis, deberían crecer en los próximos años, debido a la tendencia hacia la sostenibilidad.
Preservar nuestros medios de vida naturales supone para nosotros uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2015 celebrada en París, 195 países acordaron el objetivo de mantener la subida de la temperatura por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales. No obstante, con los compromisos vinculantes logrados hasta la fecha, la temperatura mundial sigue camino de aumentar entre 2,7 y 3,1 °C. Ante el desafío que supone cubrir el déficit de inversión estimado de entre 1,5 y 2 billones de dólares hasta el año 2030, se requiere la movilización tanto de los gobiernos como de actores privados. Todavía estamos a tiempo de lograr el capital necesario para transición medioambiental. Por tanto, bajo nuestro punto de vista, invertir en empresas que asumen este desafío constituye tanto un compromiso con un futuro mejor como una oportunidad potencial de creación de valor a largo plazo.
Para nosotros, hay cuatro cuestiones con un crecimiento acelerado que están en primera línea. Una gran parte de la energía sigue generándose a partir del carbón o el gas. El potencial de crecimiento anual estimado de la energía limpia generada a partir de recursos renovables entre 2018 y 2025 es del 8%. Pero un uso moderado de la energía también reduce las emisiones que perjudican el clima. En el caso de la eficiencia energética, el potencial de crecimiento es del 6% anual hasta 2023. También debemos cambiar de rumbo por lo que respecta al transporte. La inversión en transporte sostenible que reduce los gases de efecto invernadero y la contaminación del aire tiene un potencial de crecimiento anual del 32% hasta el año 2025. Por último, se trata de preservar nuestros recursos naturales. Si queremos proteger la biodiversidad de los océanos y los bosques, debemos reducir los residuos. Se espera que tenga un potencial de crecimiento del 10% de aquí a 2026.
En el marco del proceso de inversión, en primer lugar aplicamos un filtro ESG a todo el universo de inversión, lo que supone excluir determinados sectores y empresas ya desde el principio. Pero eso es solo el comienzo. Para descubrir los valores relevantes para nuestras temáticas en un universo de renta variable mundial todavía muy amplio, utilizamos la inteligencia artificial de algoritmos de macrodatos (big data). Para ello, los gestores del fondo definen los términos de búsqueda y, a continuación, un algoritmo de macrodatos analiza datos no estructurados para encontrar las empresas cuyo modelo de negocio, según nuestro análisis, contribuye de forma importante a las cuatro subtemáticas definidas. Después, de entre unos 200 valores, los gestores de la cartera seleccionan unas 40 empresas con las características financieras y de riesgo más atractivas según el crecimiento, la valoración, la calidad y el momentum. Por último, el equipo de gestión de la cartera realiza una revisión fundamental sistemática de la cartera para evitar sesgos semánticos y greenwashing.
El fondo resulta adecuado para inversores que están convencidos de que la tendencia a una mayor sostenibilidad generará oportunidades de inversión que desean aprovechar. Sin embargo, al tratarse de un fondo que invierte exclusivamente en renta variable, también deben poder asumir pérdidas temporales.
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