Se espera que los dividendos se reduzcan entre un 25% y un 50% en todo el mundo este año respecto a 2019. Este será un desarrollo no deseado (si no totalmente inesperado) para muchos inversores del mercado de valores. “Nuestro análisis de casi 150 años de datos sobre el índice S&P 500 de las acciones […]
Se espera que los dividendos se reduzcan entre un 25% y un 50% en todo el mundo este año respecto a 2019. Este será un desarrollo no deseado (si no totalmente inesperado) para muchos inversores del mercado de valores. “Nuestro análisis de casi 150 años de datos sobre el índice S&P 500 de las acciones de EE.UU. muestra que los mercados bajistas de dividendos como éste – en el que los dividendos caen al menos un 20% – son una rareza. Sólo ha habido otro desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Esto ocurrió durante la Gran Crisis Financiera, cuando los dividendos cayeron un 24%“, comenta Duncan Lamont, responsable de Investigación y Análisis de Schroders.
En los últimos 149 años sólo ha habido seis, en comparación con 16 mercados bajistas de rentabilidades totales. Sin embargo, aunque los mercados bajistas de dividendos han sido menos frecuentes, la dolorosa noticia para los inversores que buscan dividendos atractivos es que históricamente han durado mucho más que los de las rentabilidades totales (crecimiento e ingresos): 4,8 años frente a 1,5 años, de media (o 3,5 años frente a 1,3 años en el caso de la mediana). El mercado bajista de dividendos de septiembre de 2008 a marzo de 2010 fue relativamente corto en comparación con otros.
Los recortes de dividendos han sido rápidos, integrales y relativamente indiscriminados. Este no ha sido un episodio prolongado. Esto ofrece la esperanza de que, aunque la severidad del mercado de dividendos bajistas puede ser dura, su duración puede ser más corta que la media. Podría ser más parecido a la experiencia de 2008-10 que a la de años más distantes.
Las empresas que han adoptado una postura más conservadora en cuanto a los dividendos pero en las que el negocio subyacente es robusto estarán en buena forma para restablecer y empezar a aumentar los dividendos una vez más, una vez que las economías empiecen a abrirse. Por el contrario, las empresas más débiles necesitarán mucho más tiempo para reparar sus balances. Como resultado, 2021 podría caracterizarse por una dispersión material en los pagos.
“El 2022 parece más prometedor. Los contratos de futuros están descontando en su precio casi un 10% de crecimiento de los dividendos para el mercado de los EE.UU. en general. Sin embargo, lo más importante es que esto los dejaría casi un 20% por debajo de su nivel en 2019. No es hasta finales de 2027 que los mercados de futuros reflejan la vuelta de los dividendos de los EE.UU. a esos niveles. La historia es similar, o peor, en otros mercados. Los inversores necesitan reajustar sus expectativas de varios años menores ingresos por dividendos”, puntualiza.