¿Cuál es el valor añadido que le aporta BMO a sus clientes? BMO es una gestora que ha estado históricamente volcada en la inversión sostenible y ahora que el mercado está demandando tanto este tipo de inversiones, contar con la experiencia de BMO claramente es una variable muy grande. BMO lanzó el primer fondo ético en el […]
BMO es una gestora que ha estado históricamente volcada en la inversión sostenible y ahora que el mercado está
demandando tanto este tipo de inversiones, contar con la experiencia de BMO claramente es una variable muy grande.
BMO lanzó el primer fondo ético en el año 84 y a día de hoy sigue existiendo. En el año 2000 lanzamos un servicio único en Europa de engagement (activismo accionarial) y de votación tanto para nuestros fondos propios como para terceros. Nuestros clientes eran sobretodo fondos de pensiones que delegaban en BMO la votación en las juntas de accionistas y el engagement, y claro, esto ha ido evolucionando con el tiempo, pero es el servicio más antiguo que hay en Europa.
También fuimos firmantes funda dores de los UNPRI, que se crearon en el año 2006. Es importante señalar que nuestro legado de inversión responsable no tiene igual ahora mismo en Europa. Hoy en día, no hay gestora que se precie que no sea firmante de los UNPRI, pero en 2006 solo fuimos 18 gestoras los que los firmamos, y BMO era una de ellas.
En diciembre de 2020 se creó una nueva iniciativa que se llama Net Zero Asset Managers initiative, que han firmado 30 gestoras a nivel mundial y que representan 9 billones de euros para comprometerse en relación al tratado
del Acuerdo de París, constatar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050, para que nuestras gestoras lo sean pero también las compañías en las que invirtamos en to dos nuestros fondos. Es un compromiso
muy fuerte que hemos adquirido donde BMO una vez más ha sido firmante fundador y actor principal.
Las gestoras tenemos un papel muy importante para mejorar el planeta y BMO está una vez más liderando y la cabeza. La gestora, al ser accionista, también es responsable de intentar cambiar las prácticas de esa compañía para hacerlas mejores. Pero no solamente para que sean mejor y más justas socialmente y que contaminen menos,
sino porque creemos que es una fuente de generación de valor. Es una mezcla del bien común con la mejora en ratios financieros, que es algo fundamental.
Nuestro origen ha sido un cliente institucional. BMO se caracterizó por trabajar con los fondos de pensiones en Europa, sobretodo en Bélgica y en Holanda, don-de la inversión sostenible ha sido algo habitual desde hace muchos años.
Hace cinco años entramos en España, donde nuestra presencia en el canal de distribución de bancas privadas, y de fondos no era muy amplia, y teníamos quizás una gama de fondos reducida en número y pequeña en cuanto a tamaño de activos. Sin embargo, en vista de la necesidad del mercado hemos lanzado cada vez más fondos socialmente responsables de renta fija, fondos mixtos, fondos de renta europea, sobretodo fondos genéricos, pero que integren factores financieros favorables y factores de sostenibilidad. Esa es la manera que hemos tenido de acceder al cliente minorista, para darle soluciones que sean rentables.
Los datos reales demuestran que si un inversor opta por invertir en fondos sostenibles, eso no va de la mano de un sacrificio de rentabilidad, sino que puedes invertir de manera sostenible y además sacarle un índice de rentabilidad muy importante y con datos que avalan la ASG: ambiental, social y de gobierno corporativo.
Además, hacemos otra cosa muy novedosa y que creo que va a ser el estándar de mercado en un futuro no muy lejano. Y es que desde que se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por unanimidad de las Naciones Unidas en el año 2015, la manera de comunicarse las compañías con las gestoras ha mejorado muchísimo gracias a sus 17 objetivos y 169 metas. Lo que hacemos desde BMO es elaborar un informe de impacto anual en el que desglosamos el beneficio de cada compañía y lo descomponemos en función de a qué ODS está ligado. Al final lo que nos queda es un dibujo final en el que podemos saber con bastante certeza, qué porcentaje del beneficio de nuestras compañías o nuestras carteras, está impactando en cada uno de los ODS.
Cada vez se va a pedir más reporting por parte de las autoridades y es algo que también va a ayudar a evitar el famoso “greenwashing”. Lo que importa es tener una intencionalidad clara y una agenda previa de querer invertir en una compañía, aplicarle el engagement para que mejore estos puntos, hacer seguimiento y además, medir el impacto que esta compañía esta teniendo en los ODS.
Dar el paso a ser sostenible es un proceso muy largo que BMO lleva haciendo desde hace 20 años. Esta regulación, por ejemplo la SFRD de Europa está intentando fomentar este tipo de inversión en el mercado de gestoras que realmente están comprometidas y que de manera intencionada buscan inversiones que sean realmente sostenibles
Cada vez está cogiendo más peso la inversión sostenible pero hay que diferenciar mercados. En los de nuestros vecinos europeos, como Francia, Holanda o Alemania, está mucho más arraigada y la inversión sostenible pesa más del 50% de las carteras de los inversores. En España todavía estamos un poco lejos de esas cifras, pero la trayectoria es claramente al alza.
Todos aquellos que ponían en cuestión si este tipo de inversión era rentable, pudieron ver que el 2020 fue un ejemplo claro de que se puede ganar más dinero invirtiendo de manera responsable. En todas las regiones se cumplió que su versión ISR regional de los fondos lo hicieron significativamente mejor que su índice general. Eso está animando a que cada vez haya más interés en este tipo de inversiones, ya no solamente por el componente moral, sino porque también es una fuente de retorno.
En España hay un futuro muy prometedor y además, cuando hablamos de inversiones hay que pensar en el futuro y hay ciertas corrientes a largo plazo que favorecen indiscutiblemente la inversión sostenible.
Por un lado la regulación, que cada vez va a impulsar más este tipo de inversiones, y en segundo lugar, que cuando pase el Covid-19, se van a volver a poner encima de la mesa multitud de proyectos relacionados con el medio ambiente, sobretodo porque China también ha anunciado, que van a ser emisores netos 0 de gases de efecto invernadero para 2060 y porque EEUU, con la administración Biden, va a volver a ser firmante del Tratado de París. Va a haber mucha cantidad de inversión que todavía no está destinada, hacia proyectos de infraestructura y proyectos sostenibles. Y eso lo van a hacerlas empresas, y los gobiernos van a invertir en empresas para hacerlo.
En tercer lugar, hay un cambio claro en la conciencia social de la gente. Cada vez somos más sensibles con temas medioambientales y con temas sociales y esto se nota en el consumo. Si ponemos todo en conjunto, regulación, la inversión para los acuerdos de París y el cambio de patrón de consumo en la sociedad, parece evidente que va a ser un viento de cola para la inversión sostenible. El futuro es prometedor para la inversión sostenible, no me cabe duda.
Ahora mismo hay una necesidad clara. Hay muchas gestoras que la regulación le está viniendo de forma muy precipitada y les cuesta adaptarse. Más allá de qué productos vender, lo que necesitan es ayuda para saber cómo aplicar políticas sostenibles en su propia gestora, en su propia unidad y ahí es donde entra nuestro servicio de consultoría. Hay una oportunidad clarísima, y va a crecer porque en la industria el peso del fondo sostenible dentro de 5 años va a elevarse muchísimo.
Solo hay que ver la declaración tan grande que hemos hecho desde BMO al unirnos a Net Zero Asset Managers initiative, donde nos comprometemos a que ninguna de nuestras inversiones contamine de aquí a 2050 y tiene un fuerte impacto. Creemos que esta trayectoria, que por supuesto es a largo plazo, lo hacemos también porque creemos que es una fuente de retorno, que lo van a hacer mejor y que la transición, poco a poco de empresas que contaminen mucho a que contaminen cada vez menos y a que dejen de contaminar, es una gran fuente de valor para nuestros inversores