El impacto del coronavirus en las economías emergentes se vislumbra severo y los expertos aseguran que la recuperación no será ni inmediata ni sincronizada. En lo que llevamos de año, estas economías se han enfrentado a varios desafíos: desde una reducción acusada del crecimiento mundial, al desplome de precios de las materias primas, pasando por […]
El impacto del coronavirus en las economías emergentes se vislumbra severo y los expertos aseguran que la recuperación no será ni inmediata ni sincronizada. En lo que llevamos de año, estas economías se han enfrentado a varios desafíos: desde una reducción acusada del crecimiento mundial, al desplome de precios de las materias primas, pasando por un fuerte aumento de las salidas de capital y de flujos financieros. “Las salidas de capital de las economías emergentes han alcanzado un nivel récord desde el comienzo de la pandemia del Covid-19. Están causando una depreciación generalizada de las divisas locales frente al dólar”, subraya Thuy Van Pham, economista de Mercados Emergentes en Groupama AM.
En concreto, destaca que según las estimaciones del Institute of International Finance (IIF), “desde el comienzo de la pandemia (toma como referencia el 21 de enero), la caída acumulada en la inversión de carteras en los mercados emergentes ha alcanzado casi 100.000 millones de dólares” y que “tres cuartos de esta cantidad son acciones”.
En este sentido, Stefan Scheurer, estratega de inversión senior de Allianz Global Investors, insiste en que “los países emergentes dependen en gran medida de la deuda denominada en divisa extranjera, lo que crea un importante riesgo de liquidez y solvencia y deja a estos países expuestos a cambios repentinos en el apetito por el riesgo global”.
Disparidad entre emergentes
En Latinoamérica, la crisis del coronavirus llega en un momento en el que la región apenas se ha recuperado de las turbulencias vinculadas a las protestas sociales y las crisis políticas de otoño de 2019. “El crecimiento ya era lento, debido a la débil demanda interna en un contexto internacional sombrío”, por lo que el Covid-19 no ha hecho sino acentuar las dificultades ya existentes. En este sentido, a juicio de Groupama AM, la región (sobre todo Argentina, México y Brasil, amén de Venezuela) será una de las de mayor riesgo, junto con Centro Europa y Europa del Este, donde el deterioro de la industria manufacturera es particularmante fuerte.
El reto de lidiar con un descenso del comercio internacional hará mucho daño en Asia, mientras que Rusia, Malasia y los países latinoaméricanos sufren más con el descenso del oro negro. En definitiva, en general, “históricamente, los mercados emergentes han sido vulnerables a los parones económicos repentinos y a las crisis de la balanza de pagos”, recuerda Hans Bevers, Chief Economist, Bank Degroof Petercam. Y ahora se encuentran en pleno desafío, ¿qué armas tienen para afrontarlo?
Líneas de defensa
Desde Allianz GI recuerdan que los mercados emergentes “pueden promulgar cambios en la política monetaria y fiscal que brinden liquidez y reduzcan los riesgos financieros, aunque no pueden proteger contra los shocks de la oferta y la demanda”. Y, en efecto, se han puesto manos a la obra por el lado de los bancos centrales y de los gobiernos, con anuncios de planes de estímulo, ayudas y préstamos. Sin embargo, hay países que tienen más complicado activar la palanca del gasto público y fiscal, debido al deterioro de sus finanzas públicas. “Este es particularmente el caso de Argentina, Brasil, India, Hungría, Rusia, Turquía e incluso Sudáfrica”, explica Thuy Van Pham. Esta experta destaca también la falta de reacción en China “donde las autoridades parecen estar adoptando un enfoque prudente en términos de políticas de apoyo a la economía, lo que contrasta con su gestión de la crisis de 2008-2009, tanto en términos de velocidad como de amplitud”.
En la misma línea Álvaro Cabeza, responsable de UBS AM Iberia, subraya que “la mayoría de las economías emergentes tienen menos margen fiscal que en la gran crisis financiera de 2008, ya que han acumulado más deuda durante la última década”. Por tanto, cree que tan sólo los pocos países con balances más robustos podrán aplicar estímulos fiscales significativos, entre los que se encuentran Qatar (13% del PIB), Singapur (12%) y Perú (7,5%). Pese a estas dificultades, ¿hay valor en los mercados emergentes siendo selectivos?
¿Invertir en emergentes?
La respuesta de los expertos es clara: sí confían en los emergentes, aunque no se pueda generalizar y haya que analizar muy bien caso por caso. Carlos del Campo, de Diaphanum, asegura que siguen siendo positivos tanto en China como en India. “Creemos que van a seguir suponiendo más del 60% del crecimiento mundial y que serán las economías líderes en el futuro”, subraya tras destacar que a pesar de todo este año lograrán tener tasas de crecimiento positivas. En esta firma tienen una posición neutral en renta fija emergente y son más positivos en la parte de renta variable. Y también tiene una inclinación positiva hacia las acciones de los países emergentes Guilhem Savry, de Unigestion.
Por su parte, desde UBS AM aseguran que “aunque no estamos en condiciones de precisar el punto de inflexión exacto a partir del que se recuperarán los precios de los activos emergentes, tal y como lo hicieron después de la crisis de 1998 y 2008, creemos que a los niveles actuales el crédito y las divisas emergentes ofrecen un valor atractivo” apunta Álvaro Cabeza. Eso sí, lo aconseja solo a perfiles con horizontes de inversión largos y capaces de soportar volatilidad.
Para Diego Fernández Elices, director de inversiones de A&G Banca Privada, hay varios argumentos que respaldan su visión positiva en emergentes: la valoración, la sensación de que tras la salida de flujos “apenas queda nadie por vender” y la convicción de que, por lógica, Asia saldrá primero de la crisis porque fue la primera en entrar. En concreto, cree que hay mucho valor en renta fija en los emergentes, dado que “muchos de estos países tienen balances tremendamente más sólidos que algunos desarrollados, pagan mejor y su rentabilidad esperada es superior”. Observa oportunidades en compañías listadas en emergentes pero con exposición muy global que se ven penalizadas por su origen y por el rating de su país. Sin embargo, también pone sobre la mesa que estarán vigilantes a una eventual reescalada de una guerra comercial y a una futura reubicación de capacidad productiva desde los emergentes, lo que podría significar que cambien de opinión.
Mientras, Stefan Scheurer, de Allianz GI, recomienda precaución a los inversores en deuda de Turquía, Oriente Medio y África, pero cree que “Rusia y Brasil podrían estar mejor posicionados para pagar sus obligaciones”. Y en renta variable, observa oportunidades atractivas a largo plazo, dado que las valoraciones están muy por debajo de su promedio histórico.
.