La crisis provocada por la expansión del Covid-19 ha puesto del revés algunas creencias que teníamos establecidas como incuestionables. También en el mundo de la inversión. La realidad ha cambiado y la forma de analizar las compañías debe cambiar con esa realidad. Según Jacques-Aurélien Marcireau, co-responsable de renta variable de Edmond de Rothschild Asset Management, […]
La crisis provocada por la expansión del Covid-19 ha puesto del revés algunas creencias que teníamos establecidas como incuestionables. También en el mundo de la inversión. La realidad ha cambiado y la forma de analizar las compañías debe cambiar con esa realidad. Según Jacques-Aurélien Marcireau, co-responsable de renta variable de Edmond de Rothschild Asset Management, las compañías se enfrentan a día de hoy a cinco retos: “la incertidumbre ecológica, el progreso tecnológico, la desaparición de la multilateralidad, el creciente populismo y las estructuras distorsionadas del mercado”. Por eso cree que las que lo acepten y se adapten, sobrevivirán. Toca, por tanto, ponerse a trabajar de forma activa en identificar a esas compañías en la búsqueda de la creación de valor en el largo plazo.
“Hasta hace poco, dar un mandato a una empresa de inversión tradicional, de altas convicciones, parecía un error de inversión. Las soluciones de inversión pasiva ofrecían optimización de costes y los fondos alternativos con técnicas de inversión poco transparentes hacían promesas tentadoras”, apunta Marcireau. Sin embargo, ahora “el valor y los precios están entremezclados, mientras que algunas estrategias alternativas se han derrumbado debido a la excesiva exposición al riesgo”.
Selección activa
Lola Solana, gestora de fondos de Renta Variable Small Caps y con criterios Sostenibles de Santander AM, tiene claro lo que hay que buscar en la coyuntura actual. “Busco compañías sin deuda, compañías de calidad con ROCEs altos y visibilidad de beneficios, a pesar de la incertidumbre que nos rodea. Busco compañías con equipos directivos transparentes, que informen de la situación real de la compañía sin edulcorar ni ocultar nada”, explica. “Y también busco compañías en sectores que son necesarios, solventes y donde creo que la demanda va a crecer como son salud, alimentación, renovables, gestión de residuos y comunicaciones”, añade.
En este sentido, para UBS, una de las claves para los inversores a largo plazo es que actúen “pensando cómo podrá estar el mundo a final de este año: una economía de vuelta a un ritmo casi normal, las políticas fiscales y monetarias más expansivas de la historia, transformaciones estructurales que generan inmensas oportunidades de negocio y un ciclo de varios años por delante”. Desde este banco creen que, de momento “es una excelente oportunidad para sesgar las carteras hacia compañías de calidad y a los temas de inversión de largo plazo”.
Una idea que tienen clara también en Buy & Hold Gestión de Activos. “Después de una corrección de entre el 30-40% desde máximos, creemos que es mucho más inteligente posicionarnos para una recuperación”, explican. De modo que lo que han hecho es reconcentrar la cartera a valores de “alta convicción y altísima calidad”.
Y desde BlackRock añaden un ingrediente más a esta idea de la inversión por convicción: creen que los inversores deben mantener una perspectiva a largo plazo en el contexto de volatilidad actual y, además, “centrarse en la resiliencia de las carteras a través de la inversión sostenible”.