La renta variable de Estados Unidos sigue siendo una de las principales apuestas de la gestora norteamericana JP Morgan Asset Management, a pesar de la volatilidad y de la mejora de la rentabilidad del bono norteamericano. Los datos de crecimiento de beneficios empresariales afianzan esta visión de la firma, frente a otros mercados, como Europa, donde todavía no se están materializando de una forma clara.

El impulso que ha dado la reforma fiscal del gobierno de Donald Trump, aunque innecesaria según JP Morgan dado el vigor de la economía norteamericana, ha permitido ganar impulso a las empresas y mejorar sus márgenes. Y pese a la cautela de que las valoraciones están muy ajustadas, sigue habiendo margen para la renta variable de EEUU, a juicio de la gestora.

Lucía Gutiérrez Mellado, subdirectora de estrategia de JP Morgan para el mercado ibérico, recordó durante la presentación trimestral de previsiones de la firma que cuado las tires de los bonos se acercan al 4%, normalmente la renta variable comienza a dar peor rendimiento. Pero aún queda cierto recorrido antes de que alcance ese nivel.

En este contexto, la gestora apuesta por empresas del sector tecnológico y las entidades financieras por sus mejores perspectivas de rentabilidad. Las primeras, porque presentan crecimiento de beneficios a pesar de tener una valoración ya alta. Y las segundas, porque siguen aprovechándose de la subida de tipos de interés.