En los mercados la calidad se suele entender como la suma de previsibilidad y solidez en la futura evolución de las ganancias de una empresa. Un enfoque que ha servido en esta primera parte del ejercicio, marcado por las turbulencias generadas por la expansión del coronavirus, y que, para Bert Flosbach, cofundador de Flossbach von […]
En los mercados la calidad se suele entender como la suma de previsibilidad y solidez en la futura evolución de las ganancias de una empresa. Un enfoque que ha servido en esta primera parte del ejercicio, marcado por las turbulencias generadas por la expansión del coronavirus, y que, para Bert Flosbach, cofundador de Flossbach von Storch, sigue siendo el epicentro de la estrategia actual de la gestora. “Nos centramos en empresas con beneficios altamente seguros, balances sólidos y potencial de crecimiento a largo plazo. Al enfocarnos en títulos de empresas de calidad, nuestras carteras están a prueba de crisis, independientemente de la exposición a renta variable”, explica.
Un enfoque en la calidad que es para BNP Paribas Weath Management uno de los cinco grandes temas de inversión para la segunda parte del ejercicio, junto soluciones de inversión defensivas ( bonos corporativos con grado de inversión, fondos alternativos y productos estructurados), con la desglobalización, la digitalización e innovación tecnológica o la innovación sanitaria. “Reforzamos invertir en compañías de calidad” para un inversor prudente, algo que “no pasa de moda”, señala su responsable de gestión de activos, Silvia-García Castaño. “Vemos una demanda natural para algunas ideas de este tipo puesto que estamos en un entorno de crecimiento económico bajo, en un entorno vulnerable a los shocks y en el que conviven cambios que se van a producir para el consumidor, para la empresa y para las personas”. Desde la entidad creen que es una clara alternativa a considerar por parte de los inversores con horizonte de largo plazo.
Mientras, Richard Dunbard, de Aberdeen Standard Investments, también cree que es probable que “la calidad y la capacidad de resistir se conviertan en temas de inversión aún más importantes, especialmente en el contexto de una inminente recesión de los beneficios y de la certeza de un aumento de los impagos”.
¿Qué se considera compañía de calidad?
Para García-Castaño son empresas de “elevada rentabilidad sobre el capital, normalmente con baja deuda y cuya predecibilidad de los beneficios es mayor a la de otros segmentos del mercado”, es decir, en principio son menos sensibles a las variaciones del ciclo económico. Recuerda que funcionan bien en escenarios de volatilidad y “suelen comportarse bien ante recesiones o situaciones de baja visibilidad, sobre todo porque invierten mucho en I+D” y tienen ventajas competitivas respecto a otras compañías y respecto a su sector. Además, menciona que suelen tener altas barreras de entrada, tener buenos balances y ser líderes en su sector.
Para Richard Dunbard la calidad como atributo de las inversiones puede ser, a veces, un concepto poco claro. “¿Se refiere al rendimiento del capital, a la solidez del balance, a la posición en el mercado, al crecimiento o a una combinación de todos estos y de otros factores?”,se pregunta. En todo caso, señala que “lo que está claro es que las empresas que cuentan con algunos o todos estos rasgos tienen una oportunidad de sobrevivir y prosperar”.
¿Son elevadas las valoraciones?
En relación al MSCI Global, los valores “de calidad” se han comportado bien. “Las valoraciones son elevadas pero estas compañías siempre cotizan a prima por esa especial circunstancia de calidad que las define y pensamos que eso va a seguir así en entornos en los que los crecimientos son bajos y vulnerables a algunos temas políticos”, temas de los que ahora se habla menos pero que están ahí. En todo caso, señala que tampoco están especialmente caras porque estas compañías también tienen un componente de crecimiento que les hace “ser resistentes” y que compensa esas valoraciones.
Desde BNP Paribas Weath Management recuerdan que para jugar a esta idea de inversión hay varias opciones: invirtiendo directamente en compañías (siempre siendo muy selectivos), a través de fondos de inversión específicos con gestión orientada a este tipo de empresas o a través de fondos de gestión alternativa que tienen este sesgo hacia compañías de calidad.