Los últimos datos publicados por la Secretaría de Estados de Comercio son bastante positivos. El volumen total de la inversión extranjera que España recibió durante 2018 se cifra en 39.746 millones de euros netos, lo que supone un aumento del 153% respecto a 2017. “Los inversores perciben a España como una isla de estabilidad”, apunta Gregorio Oyaga, reponsable de renta fija de Credit Suisse.

No se sabe si ese será el motivo concreto. Pero, esta cifra supone el máximo histórico en cuanto a inversión extranjera recibida. Este indicador comenzó a recabar datos desde 1993 y nunca se había observado una cifra tan alta. Hasta ahora, el récord era de 26.365 millones de euros de inversión extranjera en el 2008. Desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo afirman que esta cifra demuestra la confianza que los inversores tienen en la economía española.

Si se observan los datos por trimestre, se mantuvo más o menos estable en todos ellos, salvo en el segundo trimestre del año, que se disparó la inversión. En esos tres meses, que en lo político fueron intensos con la moción de censura que ganó Pedro Sánchez y la aprobación de los presupuestos de Mariano Rajoy – aún vigentes – se recibieron 17.872 millones de euros de inversión. Una cifra asombrosa, ya que el máximo de los otros trimestres se ha mantenido en 8.361 millones de euros.

En cuanto a los sectores, los principales fueron el de almacenamiento y actividades anexas al transporte. En resumen, todo lo que tiene que ver con la logística. En 2017, la inversión en este sector decreció en 272 millones respecto a 2016. Sin embargo, en 2018 llegó a los 14.236 millones de euros. Las construcciones recibieron 3.645 millones de inversión, un crecimiento del 200% sobre 2017. El tercer sector que más creció fue el energético.

Los datos publicados por el organismo público, no incluyen inversiones financieras. Se trata de inyecciones directas, destinadas a comprar una participación de control, abrir una fábrica o crear empleo. En definitiva, son proyectos a más largo plazo, ligados a las expectativas de crecimiento de la economía.