El informe del “Transformational Investing – Convertir los riesgos sistémicos globales en retornos sostenibles”, elaborado por World Economic Forum (WEF) y Mercer ha identificado cuáles son as seis principales tendencias de compra de los grandes inversores más avanzados y su forma de aprovechar los desafíos globales. Estos son los movimientos geopolíticos, la evolución tecnológica, los cambios […]
El informe del “Transformational Investing – Convertir los riesgos sistémicos globales en retornos sostenibles”, elaborado por World Economic Forum (WEF) y Mercer ha identificado cuáles son as seis principales tendencias de compra de los grandes inversores más avanzados y su forma de aprovechar los desafíos globales.
Estos son los movimientos geopolíticos, la evolución tecnológica, los cambios demográficos, la seguridad y salubridad del agua, el cambio climático, el elevado endeudamiento y los bajos tipos de interés a largo plazo.
Así, el estudio refleja que además, “el 80% de las elecciones de fondos por parte de los inversores avanzados comparten tres tendencias: tecnología, bajos tipos de interés y baja huella de carbono”.
Para la elaboración de este estudio, se han encuestado a más de 30 propietarios de activos influyentes que representan más de 3,4 trillones de dólares en activos como fondos soberanos, fondos de pensiones, aseguradoras, fundaciones y se han realizado más de 160 entrevistas con gestoras de inversiones, proveedores de datos, instituciones académicas y gubernamentales, entre las que se incluyen más de 80 con propietarios de activos globales.
“Este informe nos ha proporcionado las cinco características que mejor definen al inversor más avanzado: tiene una perspectiva de compra a largo plazo, valora los riesgos de forma cualitativa, tiene un enfoque prospectivo, es proactivo en la toma de decisiones, y es colaborativo en su interacción con el mercado”, explica Cristina San Juan de Mercer y añade: “¿Y cómo transforman estos líderes las tendencias en oportunidades? Integrando los riesgos en su visión. Para ellos, no basta con identificar los productos de inversión disponibles, sino que quieren transformar los riesgos en oportunidades e influir en su desarrollo futuro”.
Otra de las conclusiones del informe es la carencia de un benchmark con el que guiarse o poderse comparar y fruto de esa necesidad, se ha creado una herramienta que permite establecer planes de acción con determinados parámetros dependiendo del tipo de inversor.
“Muchos propietarios de activos no saben cómo compararse en la forma de integrar las tendencias y no son capaces de evaluar sus prácticas en relación con los líderes de la industria. De esta forma fomentamos organizaciones que se comprometen con sus accionistas en reducir emisiones, fomentar la educación en cambio climático o incorporar factores ASG en el proceso de análisis de inversiones”, comenta Beatriz Camacho de Mercer. “Por ejemplo, el Fondo de Pensiones Suizo CHF identificó la inacción climática como uno de los mayores riesgos para su cartera. Construyeron e implementaron un índice de renta variable eficiente en clima para el 100% de su exposición a renta variable. La herramienta infra-pondera compañías con exposición negativa al cambio climático y sobre-pondera las que poseen modelos de negocio o tecnologías que reducen las emisiones de efecto invernadero”.
Así, los propietarios de activos avanzados han invertido recursos para incorporar las grandes tendencias en la toma de decisiones de inversión, explican desde el comunicado y aclaran que cuando no encuentran productos de inversión en el mercado que abordan estas tendencias, innovan y exploran nuevos enfoques.
Además, se comprometen a involucrarse en las compañías en las que están invertidos para que la industria evolucione y mejore sus prácticas, cuantificando y evaluando las implicaciones de los cambios regulatorios, políticas y disponibilidad de datos sobre estas tendencias. Para ello, utilizan una serie de herramientas para invertir como son el análisis de riesgo macroeconómico, análisis sectorial y análisis de escenarios, la medición de ESG de la acción climática y seguridad del agua o las evaluaciones geográficas para geopolítica.