Con un mercado tan volátil como el que estamos presenciando donde la inflación continúa en aumento y el miedo a la retirada de los estímulos por parte de los bancos centrales, son muchos los inversores que apuestan por los llamados activos refugios. Estos son por ejemplo el oro o la plata, que de hecho están […]
Con un mercado tan volátil como el que estamos presenciando donde la inflación continúa en aumento y el miedo a la retirada de los estímulos por parte de los bancos centrales, son muchos los inversores que apuestan por los llamados activos refugios.
Estos son por ejemplo el oro o la plata, que de hecho están en un muy buen momento. Hace tan solo unos días de hecho, Mobeen Tahir, director asociado en WisdomTree señalaba que la recuperación financiera con su correspondiente impulso industrial así como el contexto inflacionario favorecían a la plata.
Eso sí, la cautela a la hora de invertir en metales preciosos es, como si de otra inversión en activos se tratara, una máxima y debe adaptarse a nuestra capacidad económica real. Y es que hay que tener en cuenta que invertir siempre conlleva riesgos y debemos evitar errores y quebraderos de cabeza.
Daniel Marburger, Director General de Coininvest, nos explica cuáles son a su juicio algunas ventajas para principiantes o “novatos” inversores que minimizan los riesgos a la hora de hacer nuestras apuestas en el mercado de los metales preciosos.
La universalidad es la primera que nos señala el entendido. “El oro es una alternativa sencilla, ya que es un activo tangible a prueba de inflación, que no pierde su valor universal y que puedes intercambiar en cualquier parte del mundo”, puntualiza.
Por otra parte el experto señala que la inversión en metales preciosos se puede adaptar a todos los bolsillos y estima que si disponemos de un presupuesto limitado para invertir, lo más conveniente es hacerlo en presentaciones pequeñas.
El análisis de los valores es también importante a la hora de tener en cuenta hacia qué monedas de oro orientarnos. “La pureza no es tan relevante como su liquidez, porque no todas las monedas de oro son conocidas en el mismo grado en todo el mundo”, aclara.
Para Marburger el origen del metal es también algo a tener en cuenta. “Por ejemplo, normalmente los lingotes de oro turco son más baratos que los lingotes suizos, sólo por el factor de liquidez. Y en monedas, otro buen ejemplo son la Filarmónica de Viena de oro vs la Corona de Oro 100. Ambas son monedas de Austria y ambas de oro. Sin embargo, la Filarmónica de Viena es reconocida en todo el mundo y se considera globalmente líquida. La Corona de Oro 100No tanto. Esto no significa que invertir en esta moneda sea una mala idea, siempre y cuando pagues menos de lo que pagarías por la Filarmónica”, expresa.
Además para el experto, otro error que debemos evitar es confundir el valor del mercado con el valor emocional. “Hay monedas que traspasan la barrera de la inversión y se convierten en coleccionables; este factor emocional condiciona su concepción de inversión y de liquidez”, adjunto.
Eso sí, el entendido precisa que tampoco debemos caer en el error de pensar que la compra de metales preciosos es igual que invertir en productos financieros. “Los metales tienen fluctuaciones muy bajas y no están concebidos para especular, sino para proteger nuestro patrimonio con seguridad”, concreta para hacer hincapié en que el reto es lograr el ahorro para disfrutar de unas finanzas personales saludables.