Acceder al mercado de valores es, hoy en día, más fácil que nunca. Las aplicaciones móviles y las plataformas online han facilitado que muchos inversores individuales puedan vender y comprar acciones con un pequeño patrimonio. Si a esto se suma que la pandemia generada por el Covid-19 ha hecho que una gran parte del planeta tuviera que hacer cuarentena en su casa, el resultado es previsible. Más facilidades de acceso y más tiempo libre han provocado que en los seis primeros meses del año los inversores individuales representaran el 19,5% de las acciones negociadas en el mercado de valores de los Estados Unidos, 4,5 puntos más que en 2019, cuando representaron el 14,9%. Pero, no solo eso, según los datos de Bloomberg intelligence, en 2020 los minoristas duplicaron su actividad en el mercado con respecto a 2010. De hecho, según recoge The Wall Street Journal, en la primera mitad del año ha habido picos del 25% en cuanto al volumen del mercado negociado por los minoristas.
Los niveles están siendo similares a los de la burbuja de las ‘puntocom’. En los 90, se produjo la primera oleada que facilitó el acceso de los inversores individuales al mercado de valores. De hecho, algunos expertos ya empiezan a detectar un ‘efecto Robinhood’, que hace referencia a las fuertes estampidas de estos inversores causando movimientos irracionales en determinadas acciones.
De seguir esta tendencia, el mercado estadounidense podría parecerse más al asiático, donde son los inversores individuales los que dominan claramente el mercado. En la Bolsa de Shanghái los minoristas representan el 80% del volumen total y en la Bolsa de Corea el porcentaje se dispara hasta el 84%. Aunque, todavía hay una gran diferencia entre el volumen alcanzado en Wall Street y el de los mercados asiáticos, la característica que podría predominar si esto se mantiene es la de un mercado más especulativo y orientado al corto plazo, como ocurre a veces con las acciones asiáticas.
Uno de los efectos secundarios del aumento de los inversores minoristas se encuentra en las operaciones que se dan fuera de bolsa. Es decir, las plataformas online canalizan las operaciones para después ejecutar las órdenes de compra o venta. Esto ha hecho que, en el mes de julio, el 43,2% del volumen total en Estados Unidos se diera fuera de la bolsa, es el dato más alto desde que se tienen registros. La Bolsa de Nueva York ya se ha quejado de que la compra de acciones por esta vía perjudica a la transparencia del mercado.
Los grandes ganadores pueden ser los comerciantes electrónicos. Las empresas que ejecutan las órdenes de los inversores individuales han disfrutado de volúmenes crecientes. Los tres mayores actores en ese negocio -Citadel Securities, Virtu Financial Inc. y Susquehanna International Group- negociaron un total de 69.400 millones de acciones en junio, más del triple que en noviembre, según Bloomberg Intelligence. La gran mayoría de las operaciones extrabursátiles de las empresas provienen de inversores individuales. El comercio extrabursátil es un tipo de comercio fuera de la bolsa.
2020-08-31 23:04:49