Las stock options es una forma de remunerar al empleado haciendo que se convierta en, cierta manera, en co-propietario de la empresa. Mediante esta vía, una parte del salario se paga en forma de participaciones de la empresa haciendo que el trabajador se beneficie del posible crecimiento de la compañía y se pueda sentir más implicado a la hora de realizar su trabajo. “Es un claro win-win. Por un lado, los empleados tienen la motivación adicional de que su esfuerzo por hacer crecer la empresa probablemente se vea recompensado económicamente el día de mañana, cuando la empresa salga a bolsa (o se venda) y ellos se beneficien al ser co-propietarios. Un empleado motivado trabaja mejor, lo cual, a su vez, beneficia a la empresa. Es un círculo virtuoso”, explica Ana Villanueva, CEO y cofundadora de Tiko, una de las primeras empresas tecnológicas españolas que otorga stock options a sus empleados.

Lo cierto es que, aunque en España no está muy extendido este sistema, es habitual verlo en Silicon Valley, donde los fondos de Venture Capital ofrecen altas cantidades de dinero a trabajadores que tienen empresas de startups que no cotizan, pero que tienen un gran potencial. “En países con ecosistemas emprendedores muy desarrollados, como es Estados Unidos, esta filosofía de participación del empleado es mucho más común que en Europa. En Silicon Valley, por ejemplo, los empleados de las exitosas startups fueron propietarios de las mismas desde su creación. Con el tiempo, estas empresas tecnológicas se revalorizaron, convirtiendo a muchos empleados en millonarios”, explica Villanueva.

Lo cierto es que esta alternativa de pagar una parte de los salarios es cada vez más habitual en las startups. El motivo se encuentra en que al principio de la creación de la empresas la financiación y la liquidez es escasa y esta puede ser una manera de aliviar las cuentas y hacer partícipe a los primeros empleados de la compañía. Además, en algunas ocasiones los trabajadores se han beneficiado considerablemente del crecimiento de la empresa en el futuro. Además, según la CEO de Tiko es una manera de “motivar el talento y de atraer nuevo talento a la compañía”.

En cuanto a la fiscalidad, existe una exención de impuestos si se opta por esta modalidad en el caso de que no se exceda los 12.000 euros anuales y que se den stock options en las mismas condiciones a todos los trabajadores de la empresa. En caso de no cumplir con ello, si tributan. A la hora de venderlas, si decide hacer eso el trabajador, debería pagar entre el 19% y el 23% sobre el beneficio obtenido. Es decir, si recibió acciones por valor de 4.000 euros y las vende por valor de 8.000 tributaría por los 4.000 euros ganados.

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