No hay duda de que es alentador que se hayan implementado instrumentos de política fiscal y monetaria en poco tiempo para tratar de afrontar el impacto económico provocado por la crisis del Covid-19. También que los datos de contagios y fallecidos se contengan en varios países tras varias semanas de confinamiento, pero Hans-Jörg Naumer, director […]
No hay duda de que es alentador que se hayan implementado instrumentos de política fiscal y monetaria en poco tiempo para tratar de afrontar el impacto económico provocado por la crisis del Covid-19. También que los datos de contagios y fallecidos se contengan en varios países tras varias semanas de confinamiento, pero Hans-Jörg Naumer, director de Mercados de Capital Global e Investigación Temática de Allianz Global Investors, advierte de que la crisis actual es diferente a cuanto hayamos visto y de que “el mercado bajista no parece haber terminado aún”, por lo que recomienda “tener cuidado si se planea bailar con osos”.
Naumer considera que el “dinero inteligente”, es decir, inversores profesionales como los fondos de cobertura o inversores sistemáticos parecen dominar el mercado en el momento actual y por eso “los cíclicos han mejorado, a pesar de los datos económicos”. De ahí que aconseje prudencia.
¿Valoraciones baratas?
Es cierto que el castigo acumulado desde principios de año ha dejado a muchas compañías a precios insospechados hace meses pero, a juicio de Esty Dwek, de Natixis IM Solutions, “los mercados están actualmente subestimando el impacto en los beneficios de la completa paralización de la actividad y particularmente la lentitud con la que se recuperará. Por lo tanto, las valoraciones no resultan tan baratas como parecen, especialmente después de los últimos movimientos ”. Y avisa: “las medidas de contención parece que durarán hasta mayo, relajándose solo gradualmente a partir de entonces, por lo que llevará tiempo antes de que volvamos a la normalidad en las empresas. Por lo tanto, la reactivación va a ser más lenta y escalonada entre distintos países, regiones, sectores industriales e incluso dentro de los propios países”. Por tanto, los riesgos para el crecimiento y los beneficios permanecen y, en consecuencia, “hay que ser cautos respecto a los mercados”.
Una visión que comparte Chris Iggo, CIO Core Investments de la gestora AXA IM, quien asegura que la recuperación en forma de logo de Nike y su pendiente de salida muy aplanada “estará condicionada por la rapidez con que las empresas puedan comenzar a regresar a la práctica comercial normal”. Lo que sí parece tener más o menos claro es que posiblemente el mercado de crédito haya tocado fondo en esta crisis, de modo que observa una “oportunidad muy atractiva en las estrategias de bono de corta duración” gracias a que los tipos de interés son cercanos a 0. Respecto a la renta variable, eso sí, considera que no ha tocado fondo aún. “El mercado no parece estar de acuerdo conmigo, pero hubo dos repuntes del 20% o más después de que el mercado de crédito tocase fondo y antes de que el S&P alcanzara su mínimo de marzo de 2009”, recuerda. Y la clave, a su juicio, está en que pese a que las acciones se benefician claramente de todo el respaldo crediticio, los pronósticos de ganancias serán “espeluznantes”. Es decir, muchos resultados serán mucho peores de los previstos y “ las compañías tampoco podrán ofrecer mucha visibilidad en los próximos trimestres”, por lo que cree que lo más inteligente es plantear una estrategia de inversión a largo plazo con renta variable y no jugar a descubrir el fondo.
Cautela con las estrategias
Prudencia es también la recomendación de Olivier de Berranger, director de Gestión de Activos de La Financière de l’Echiquier, dado que todo depende de la “duración del confinamiento”, amén de que pueda producirse una segunda oleada de contagios en Asia. Por tanto, cree que “es legítimo recuperar la confianza, ya que el apoyo de los Estados es casi inagotable, pero también lo es seguir en movimiento y atentos a corto plazo”.
Mientras, Didier Saint-Georges de Carmignac, asegura que “en vista del efecto deflacionista provocado por la crisis sanitaria por medio de la caída de la demanda -ante el que los bancos centrales y Gobiernos están relativamente desarmados-, los mercados deben prever unas consecuencias económicas de gran calado”. De ahí su convicción de que éstos van a mantener “una gran inestabilidad hasta que logren cuantificar las consecuencias de esta crisis”.
Por su parte, David Lafferty, Chief Market Strategist de Natixis IM, advierte de que es probable que los precios de las acciones vuelvan a bajar en las próximas semanas y meses, ya que “la economía mundial se reiniciará más lentamente de lo esperado“. Considera que “el aplanamiento de la curva de contagiados es una condición necesaria para estabilizar la economía global pero no es suficiente”, por lo que “el daño económico del brote se extenderá varios trimestres después de conseguir la contención del virus”.
Para los expertos de Unigestion “los mercados están subestimando ampliamente el impacto sobre el crecimiento, la contracción de los beneficios y la morosidad crediticia, especialmente en el espacio del high yield”, de modo que se mantienen a la defensiva porque todo esto “podría llevar a los mercados a niveles más bajos”.