Las fintech, empresas que utilizan la tecnología para mejorar o automatizar los servicios y procesos financieros, son una tendencia irreversible con un alto índice de cambio, en un mercado creciente y sujetas al ritmo de la innovación tecnológica. Estas compañías innovadoras están centradas en ofrecer al cliente un mejor servicio, reduciendo la burocracia y mejorando la experiencia del usuario en comparación con la banca tradicional. En los últimos años las fintech han evolucionado hasta duplicarse el número de startups en el sector a finales de 2021, llegando a un total de 26.000 nuevas empresas en todo el mundo, que suman un valor de financiación de 20.400 millones de dólares (20.379 millones de euros), según el informe '2022 Fintech Market Ecosystem’.
En este contexto nacen empresas como Neo, fintech líder en Europa orientada al negocio internacional y a la comercialización en divisas. Emmanuel Anton, fundador del grupo Neo afirma que “Neo nació con el objetivo de agilizar la compra-venta de divisas y ofrecer a los negocios internacionales un servicio financiero que les permitiera ahorrar tiempo y reducir costes en comparación con la banca tradicional”. Así pues, la razón de ser de empresas como Neo reside en mejorar la experiencia de los usuarios gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías. Emmanuel Anton apunta que “a través de un equipo de 30 profesionales que operan desde Barcelona, Londres y Cambridge Neo ha conseguido aportar un valor diferencial a través de un servicio de tesorería digital que cumple con las expectativas de compañías que se sienten más cómodas trabajando con una fintech que con la banca tradicional”. Así pues, el buen ritmo de crecimiento que siguen empresas como Neo ponen de manifiesto el protagonismo que están tomando las empresas de tecnología financiera en un sector cada vez más adaptado al plano digital.
Sin embargo, existen retos a los que se enfrenta el sector de las fintech. En este sentido, Emmanuel declara que “a pesar de finalmente haber sido reconocidos legalmente como compañías de inversión y de pago en España, es cierto que encontrar inversores que entiendan el negocio corporativo pero tambien el sector fintech, la regulación y la tecnología es muy difícil”. Además, aunque el sector fintech empieza a consolidarse “algunas scale-ups grandes compran startups que ya tienen algo de tracción pero que no consiguen internacionalizarse”, añade Emmanuel Anton, ex alumno de TBS Education. Por otro lado, respecto a la Ciudad Condal, a pesar de ser una ciudad internacional, “en Barcelona todavía falta apoyo institucional hacia las empresas nuevas del sector. La carga administrativa, el bajo nivel de digitalización de la administración junto con la imposibilidad de trabajar en inglés con ella son un problema a diario”, sentencia Emmanuel.
El informe mencionado anteriormente y recogido por TBS Education se presentan los puntos fuertes y las condiciones del mercado idóneas para que las empresas pertenecientes a este sector puedan desarrollarse de manera eficiente, sin quedarse atrás. Emmanuel Anton reconoce que las áreas que más destacan son: