Shein ha conseguido en tiempo récord convertirse en un gigante textil internacional haciéndole la competencia directa a Inditex y H&M, los dos grupos mayoritarios dentro del sector. Y es que, las cifras hablan por sí solas. En 2021, la compañía asiática ingresó 16.000 millones de dólares, consiguiendo aumentar las ventas un 60% con respecto al 2020, cuando ya las disparó un 250% con respecto al 2019. Para hacernos una idea del volumen de facturación, Inditex generó unos ingresos de 27.716 millones en 2021 y H&M 18.750. Es decir, Shein estaría jugando en la misma liga que los dos líderes del mercado con apenas 14 años de vida.
Con estas cifras mareantes sobre la mesa, la empresa asiática, cuya gerencia y gestión es poco transparente, se preparaba para salir a bolsa. El pasado verano los rumores sobre una posible operación para entrar en el mercado de valores se dispararon. De hecho, los principales analistas la valoraron en 100.000 millones de dólares en aquel momento. Según avanzó la cadena americana CNBC, la firma china comenzó con los trámites, pero se chocó con varias barreras que han retrasado su salida a bolsa, ¿hasta cuándo?
Su modelo de negocio, el principal obstáculo
Shein es famosa por la ‘fast fashion’, es decir por vender miles de artículos a precios bajos. Pero, este modelo de negocio, que ha conquistado a millones de consumidores, no es sostenible, y es ahí donde han encontrado los problemas. Ya en julio, la CNBC aseguró que el principal escollo de la salida a bolsa era que Shein podría estar infringiendo claramente los principios de la ESG. Ahora, Blooomberg y Greenpeace le han acusado de manera directa.
“La investigación de Greenpeace afirma que las trabajadoras en las fábricas de la marca de moda china tienen jornadas laborales de 11 horas al día, 29 días al mes, sin descansos. Sus salarios son bajos y pueden recibir penalizaciones por
errores. Además, las instalaciones tienen las salidas de emergencia bloqueadas o enrejadas”, asegura Rebeca Cordero, especialista en sostenibilidad de Portocolom AV
Sin embargo, de los puntos más alarmantes del estudio es la presencia de sustancias tóxicas en los productos de Shein. “Hemos analizado decenas de prendas de vestir de la marca Shein y los datos son alarmantes: el 15 % contenían sustancias químicas peligrosas que superan los límites reglamentarios de la UE (en algunos casos desbordando los niveles de manera desorbitada). El 32% concentran niveles ‘legales’ de estas sustancias, pero en proporciones ya preocupantes”, aseguran en el informe.
Por si esto fuera poco, al anterior informe de Greenpeace se une la acusación de Bloomberg. Y es que, el medio americano señala que han encontrado algodón procedente Xinjiang, una comarca china donde la minoría musulmana uigur es forzada a trabajar en campos de algodón en unas condiciones de esclavitud.
Shein is a fast-fashion phenomenon.
It's also using banned cotton from Xinjiang in its clothes, tests done for Bloomberg found https://t.co/xA0T5ww9TL pic.twitter.com/NFuCXGtFFM
— Bloomberg (@business) November 22, 2022
Con toda esta polémica detrás de su modelo de negocio, parece que la salida a bolsa del gigante asiático del textil podría quedarse en el aire. “Esta nueva alarma social demuestra que los precios bajos y la generación de beneficios han dejado de ser el valor fundamental de consumidores e inversores”, concluye Cordero.
2022-12-05 07:13:07
