A pasos suaves, pero muy firmes, la franquicia en España puede presumir de vitalidad. No solo ha consolidado su crecimiento en los últimos años, coincidiendo con el período de recuperación económica, sino que además, la penetración de marcas internacionales se ha incrementado en este país, especialmente las enseñas italianas, que han pisado el acelerador durante 2017. El informe anual ‘La franquicia en España 2018’, elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores (AEF) pone de manifiesto cómo las marcas de origen italiano han experimentado un aumento significativo en el último ejercicio, hasta las 44. Esto supone que ocho nuevas enseñas ‘made in Italy’ han comenzado su andadura por España entre enero y diciembre de 2017, la mayor crecida de todo el conjunto. Francia con 54 franquicias, cuatro más que el pasado año, ocupa el primer puesto en la clasificación, seguidas de Alemania o Suecia, que también se han reforzado en los últimos meses. En el lado opuesto, EE UU y Bélgica han sido los más perjudicados con la pérdida de tres marcas en ambos casos. Con todo ello, el sistema de franquicias español contabiliza 232 enseñas internacionales procedentes de 26 países, mientras que las de origen nacional alcanzan las 1.116, esto es, el 82,6% del total. En su conjunto emplean a 278.951 personas a un ritmo de creación de puestos de trabajo del 3,7%, un punto por encima de lo que avanza la ocupación media en España. No solo hay más franquicias y además, generan más empleo, sino que también su facturación es mayor. Según los datos oficiales, el volumen de negocio se situó en los 27.592 millones de euros, un 2,2% superior al de 2016, procedentes en su mayoría de la alimentación junto a hostelería/comida rápida.
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