La técnica de los puntos de apoyo, la clave del rejuvenecimiento

Creando puntos de apoyo en la almohadilla grasa malar se elevan los pómulos, se atenúan las ojeras y se suaviza el surco nasogeniano, combatiendo esa “Y invertida” y eliminando el aspecto avejentado del rostro. La clave de este protocolo está en crear puntos de apoyo en la almohadilla adiposa malar que reposicionen los rasgos y permitan que el rostro recupere la firmeza por sí mismo. En el Centro Médico Lajo Plaza son conscientes de que el proceso de descolgamiento y flacidez comienza con la atrofia del hueso cigomático. Éste se encuentra entre el pómulo y la hendidura del parpado inferior y es el responsable del aspecto del tercio medio del rostro. Ese antiestético proceso de envejecimiento se conoce como la Y invertida. La tiranía de la Y invertida Es la grafía menos favorecedora para el rostro, y se va marcando con el paso de los años. La progresiva atrofia del hueso cigomático provoca el descenso de los tejidos blandos. El resultado es un rostro envejecido, con las líneas de la amargura muy marcadas, el pómulo “vacío” y ojeras y bolsas cada vez más evidentes. Como señala el Dr. Lajo, “empieza a manifestarse a mediados de la treintena y son los párpados inferiores y los tejidos que los rodean los que antes empiezan a mostrar este proceso”.

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