La venta de Catalunya Banc genera 1.000 millones de pérdidas adicionales

En julio el Frob cerró el complejo proceso de nacionalización de Caixa Catalunya, primero con la venta de cartera de hipotecas a Blackstone, y luego con la adjudicación de la propia entidad a BBVA. El objetivo del Ministerio de Economía, del que depende el Frob, era maximizar la venta lo más posible para recuperar parte de los 12.000 millones que habían sido inyectados para rescatar a la entidad. Para no incurrir en nuevas pérdidas la operación conjunta debía situarse por encima de 2.815 millones.
 
La colocación de la cartera hipotecaria se realizó por 3.615 millones y la venta de la entidad por 1.187 millones. En la primera operación el Frob tuvo que realizar fuertes provisiones por una cartera que estaba valorada en 6.392 millones, un deterioro de 2.200 millones por el precio de venta, del que parte ya estaba provisionado. Además, en ambas operaciones se establecieron garantías adicionales beneficiando a los compradores en caso de que los activos adjudicados generaran más pérdidas. Fueron de 572 millones para Blackstone y de 400 millones para BBVA. Por la complejidad del proceso en esas fechas fue difícil para las autoridades determinar si el erario público debía asumir más pérdidas por Caixa Catalunya, aunque parecía claro que no se iba a recuperar nada de los 12.000 millones invertidos inicialmente.
 
La pasada semana, el Frob adelantó las cuentas de pérdidas y ganancias a cierre de 30 de septiembre. La entidad arrojó unos números rojos de 1.438 millones, provocados principalmente por el deterioro y enajenaciones de 1.073 millones, apartado que incluye el resultado de la venta de Caixa Catalunya. Aunque no se detallan partidas, fuentes cercanas al organismo indican que son los números actualizados del proceso de nacionalización. Es decir, que el Frob ha asumido nuevos números rojos por la entidad y da por perdidos parte de las garantían con las que apoyo el proceso de venta.
 
Además, el Frob ha dotado por provisiones otros 241 millones por otros procesos de integración. En este caso, por Ceiss en Unicaja. La fusión entre Caja Duero y Caja España necesitó 1.129 millones, entre inyecciones de capital y emisiones de bonos convertibles. Los 241 millones corresponden a garantías para cubrir las indemnizaciones de inversores de híbridos de Ceiss que no aceptaron la oferta de Unicaja. 
 

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