Endesa ha registrado un resultado ordinario neto de 491 millones de euros entre enero y marzo de 2021, lo que supone un recorte del 41% en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando el resultado incluyó impactos extraordinarios derivados de la firma del nuevo convenio colectivo, así como de dotaciones para reestructuración de personal. En términos comparables con respecto a los 564 millones de 2020, la reducción es del 13% si se elimina el efecto neto de las provisiones registradas en el ejercicio anterior. 

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se sitúa en los 1.019 millones, en línea con las previsiones del grupo y “pese al endurecimiento de las condiciones del mercado energético en el inicio de 2021”. En términos comparables con los 1.120 millones del pasado año, se reduce un 9%. En este contexto, la cotizada ha asegurado que mantiene los objetivos económico financieros anunciados el pasado mes de noviembre. 

La compañía ha llegado a marzo superando el objetivo de producción peninsular libre de emisiones de dióxido de carbono establecido para 2023 (que era del 89%), al lograr un 91%. En el mismo trimestre de 2020 era del 79%. Este hito se atribuye a la producción de fuentes renovables, especialmente, eólica. 

Endesa ha elevado su cartera total de proyectos renovables hasta los 44.400 MW -desde 41.800 MW a cierre de 2020- y de ellos, 6.500MW cuentan con derecho de acceso y conexión a red. La compañía tiene en ejecución 2.300MW de nueva potencia renovable, lo que da seguridad respecto al objetivo de conectar 700 MW en 2021. Adicionalmente, en el primer trimestre, Endesa adquirió 519 MW fotovoltaicos en Huelva por un importe, incluido el coste de construcción, de 350 millones de euros. En este sentido, han diferenciado por primera vez los proyectos de baterías, que suman 6.000 MW en términos brutos, de los que 400 MW se encuentran en un “avanzado estado de madurez”. 

“Hemos afrontado un complejo y turbulento contexto de mercado en el inicio del año, y confiamos en ir normalizando la situación en los siguientes trimestres. Endesa mantiene su senda de descarbonización y apuesta por la sostenibilidad”, ha precisado el consejero delegado del grupo, José Bogas. 

En cuanto a la evolución del mercado de comercialización de electricidad, las ventas caen un 3% en comparación con el primer trimestre de 2020. Ello se explica fundamentalmente por el impacto pleno en 2021 de los efectos del COVID-19, respecto al efecto de la pandemia que se registró en la segunda mitad de marzo el año pasado. Endesa ha puesto en marcha además diversas iniciativas comerciales, basadas en las ventajas que le aporta la digitalización de su operativa, para enfrentar la fuerte competencia en el mercado liberalizado de electricidad.

En cuando a la movilidad eléctrica, en España cuenta con una red de puntos de recarga con 7.500 a cierre del trimestre, un 6% más de los 7.100 que había registrado al final de 2020. De esa cifra, 2.000 son puntos de recarga de acceso público. En total, Endesa ha desarrollado inversiones de 283 millones en el trimestre para impulsar su estrategia de descarbonización y electrificación, un 4,4% más que en el mismo periodo de 2020.

De este modo, cierra del trimestre con toda su deuda bancaria ligada a criterios de sostenibilidad, incluyendo el primer crédito que tienen en cuenta criterios de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. En concreto, esta ha alcanzado los 7.500 millones de euros, lo que supone un alza de 600 millones derivada principalmente del pago del dividendo a cuenta de los resultados de 2020 realizado en enero. La ratio de apalancamiento (deuda neta respecto al ebitda) se sitúa en 1,9 veces en términos comparables, desde 1,8 veces a cierre de 2020. El coste de la deuda se mantiene extraordinariamente bajo, con un interés medio del 1,7% (misma cifra que al cierre del año pasado).

Asimismo, también destaca el flujo de caja, que se duplica (+111%) en comparación con el mismo trimestre de 2020, hasta los 583 millones de euros.