Según el informe anual Themes & Opportunities 2020 publicado por Mercer, es sólo cuestión de tiempo sufrir giros inesperados del mercado. Un acontecimiento no previsto, como el coronavirus de Wuhan, puede causar notables movimientos en la cartera y fuertes episodios de volatilidad. Por ello, se recomienda a los inversores diversificar sus apuestas, prevenirse frente a un posible auge de la inflación e implementar factores ASG en sus carteras.
Durante la próxima década, existen diversas cuestiones que afectarán el resultado de las carteras: más de una quinta parte de los bonos globales muestran rentabilidades negativas, los bancos centrales están cada vez más limitados en sus medidas para estimular el crecimiento, la desigualdad en la riqueza sigue aumentando, existe un elevado nivel de deuda pública y será cada vez más necesario recortar los efectos del cambio climático.
“Como bien explica el informe, a partir de 2020 quien busque rentabilidades adecuadas deberá invertir de forma inusual. Ya no cabe preguntarse cómo afectarán las tendencias económicas, políticas, sociales y medioambientales que viviremos, sino cuándo y cómo lo harán”, comenta Cristina San Juan, responsable de Mercer Investments en España.
Diversificación
La primera clave que destaca este exahustivo estudio es un clásico: la diversificación. Diversificar por activos y también por zonas geográficas es clave para evitar fuertes caídas y, sobre todo, para gestionar mejor el riesgo. Mercer recomienda decantarse por estrategias de inversión con menores limitaciones y mejor posicionadas para capitalizar los giros inesperados de los mercados. Los hedge funds, activos tangibles y los mercados emergentes, entre otros, ofrecen buenas posibilidades en este sentido. Además, la asesora también pone el foco en tres tendencias que serán clave en los próximos años y que también permiten diversificar la cartera en base a estos criterios. La transformación tecnológica, el reto demográfico y el medioambiente son tendencias que marcarán, sin duda, la próxima década.
Inflación
En un entorno de tipos de interés muy reducidos o incluso negativos, los bancos centrales disponen de cada vez menos opciones para continuar aplicando las políticas de años anteriores. Ante esta situación, es posible que se elimine la separación entre política monetaria y fiscal y que los bancos centrales se decanten por aumentar la oferta de dinero para financiar los déficits de los gobiernos, algo que a su vez permitiría ofrecer un estímulo fiscal sin recurrir al aumento de impuestos.
Los más críticos avisan que, de producirse, este escenario conduciría a un repunte de la inflación, lo que a su vez volvería más atractiva la inversión en commodities, activos tangibles e instrumentos ligados a la inflación.
Medioambiente
La inversión con criterios ASG es una realidad que solo acaba de echar a andar. La regulación europea que se aprobará e implantará en los próximos 5 años transformará la inversión tal y como se conoce hasta el momento. Esto a su vez hace prever que las políticas de los gobiernos se orientarán cada vez más a favorecer las inversiones en infraestructuras de energías renovables, restringir el uso de motores con energías fósiles, incrementar los precios de los derechos de emisión o aumentar los impuestos a los operadores aéreos. En un sentido más amplio, cualquier empresa de cualquier sector que no se tome en serio esta tendencia se enfrentará con cada vez más problemas para seguir operando.
«Ante ello, los inversores harían bien en realizar un análisis serio de la huella de carbono de sus carteras de inversión, de cara alinearlas con factores ASG a largo plazo. Este escenario creará grandes oportunidades para inversores en activos tangibles, bien ligados a la generación de energías renovables o las tecnologías para la producción eficiente de aguas, así como en bonos verdes», señalan en Mercer.
2020-01-30 17:35:53