La pandemia puede poner en jaque el sistema social. Acentúa las diferencias entre los de abajo y los de arriba, tal y como lo ve la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, que ha participado en el cierre de la última edición de Santander International Banking Conference. En dicha Conferencia también ha estado presente la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien es optimista con la economía española, a pesar de la revisión a la baja de la caída del PIB por parte de la Comisión Europea.

Botín analiza la situación actual, que en gran parte ha cambiado a causa de la pandemia. En ese sentido, cree que la digitalización es una de las tendencias que se van a acelerar con más fuerza estos meses, de modo que será difícil volver al punto de partida iniicial. "La mitad de nuestras ventas ya provienen de canales digitales", dice Botín sobre el banco que preside. De hecho, el 80% de los ingresos del Banco Santander en Reino Unido durante el último mes proceden del ámbito digital.

Tanto esos avances como la propia crisis están provocando una división "cada vez mayor entre Estados Unidos, Asia y Europa", según lo ve Botín. Y la división va más allá, entre trabajadores que pueden teletrabajar y aquellos que no, así como para quienes más y menos ganan. "Necesitamos una fiscalidad justa para una economía sostenible", entiende la dirigente, que además abunda en la necesidad de un nuevo contrato social para reducir las diferencias.

Por otro lado, se queja de que son precisamente los sectores más débiles aquellos que más han sufrido la crisis. "Los sectores que dependen del contacto humano han sufrido un golpe muy duro", reflexiona Botín. Por su parte, reconoce que el papel de los bancos consiste en dar apoyo a este tipo de empresas, lo que sirve para reivindicar la empresa como creadora de riqueza. "El estado no va a crear prosperidad a largo plazo", recuerda la presidenta de Banco Santander.

En el caso de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, la exposición ha incidido en la "incertidumbre sanitaria, política y económica" que afecta a la actividad de las empresas y los consumidores. Calviño cree que es importante tener "claridad y certeza a futuro", por lo que destaca la actuación del Gobierno español para atajar la crisis "de forma rápida y decisiva".

De hecho, las medidas "han protegido la base que va a sustentar la recuperación económica". No obstante, Calviño es consciente de la precaria situación que se vive en España, de modo que su defensa es que "las medidas han evitado una caída peor" de lo que ya se está produciendo. En todo caso, cree que la supervivencia de las empresas es fundamental para poder recuperar la economía, en consonancia con el análisis que ha realizado Botín unos minutos antes.

Además, la vicepresidenta es optimista con respecto al crecimiento del año que viene, que no solamente será sólido, sino que permitirá a España estar al frente de la digitalización y la transición ecológica. Para ello se ha producido la preparación del Plan de Recuperación, que promete una lluvia de millones para los sectores con más futuro.