El tejido empresarial está compuesto por un conjunto de generaciones de las que depende el éxito o fracaso de un negocio. Por ello, ahora más que nunca, los dirigentes tienen un reto fundamental: acometer los cambios desde la integración de las diversas miradas. Tomando este planteamiento como punto de partida, Asunción Soriano, CEO de la […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 25 mar 2022
El tejido empresarial está compuesto por un conjunto de generaciones de las que depende el éxito o fracaso de un negocio. Por ello, ahora más que nunca, los dirigentes tienen un reto fundamental: acometer los cambios desde la integración de las diversas miradas. Tomando este planteamiento como punto de partida, Asunción Soriano, CEO de la empresa de Comunicación y Posicionamiento Estratégico Atrevia e Iñaki Ortega, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja, unieron sus conocimientos para crear De los zeta a los silver. Dos generaciones ocultas que van a ser el motor de una sociedad que necesita reinventarse, un manual con el que pretenden desvelar las claves de sus integrantes, entendidos como la fuerza del cambio.
Para comprender el potencial que pueden aportar estos trabajadores al mundo empresarial, primero hay que conocer los pilares sobre los que se sostienen. La generación Z o centennials, “agrupa a las personas que nacieron con la World Wide Web ya totalmente desarrollada y presente en la gran mayoría de los hogares”, comentan los autores en su libro. Los académicos no suelen coincidir con exactitud en las fechas que delimitan a este conjunto, aunque de forma general se refieren a aquellos nacidos entre 1994 y 2010. Son los primeros nativos digitales y la tecnología representa el cordón umbilical a través del que se relacionan, socializan y acceden a una amplia variedad de información que les da el poder del conocimiento y de la toma de decisiones.
A la hora de observar su forma de consumo, uno de sus rasgos más característicos es que son activos e impacientes. “Lo quieren todo ya”, indica Soriano mientras explica que se encuentran en una constante búsqueda de mejores productos, más baratos y más interesantes. Y, por todo ello, “representan un gran reto para las empresas y marcas, que deben cambiar sus paradigmas de marketing y comunicación para establecer procesos de conversación”.
Por su parte, los Silver o sénior son aquellas personas que tienen entre 55 y 75 años, también conocidos como los baby boomers. Ortega destaca que representan el corte de edad con más patrimonio y más capacidad de gasto. Así, una parte importante de su consumo está dirigida a hogar y alimentación, mientras que otra se desvía a ayudar a generaciones posteriores, sus hijos y nietos.
Tal y como explican los autores en De los zeta a los silver, a la hora de analizar su comportamiento dentro del entorno laboral, presentan grandes diferencias. Mientras que, debido a su edad, los sénior cuentan con una gran cantidad de experiencia acumulada y han atravesado varias crisis, lo que les ha convertido en una generación resiliente, empática, obediente y leal, que les hace capaces de mirar al futuro con optimismo, los más jóvenes representan “casi todo lo contrario”. Estos son irreverentes y exigentes. Quieren participar en la toma de decisiones. No obstante, la CEO de Atrevia subraya que, con este libro, también quieren desterrar el tópico de que se trata de una generación pasota e incapaz de crear un vínculo con la compañía para la que trabajan: “Aquellas empresas que hagan el esfuerzo de incorporarles desde el principio en los proyectos y en la toma de decisiones, encontrarán gente hiper motivada”.
Estos datos mencionados parecen ubicar a sus integrantes en galaxias lejanas. Sin embargo, también son llamativas algunas de las similitudes existentes entre ambas generaciones. Las dos tienen un problema en común, “el mercado les ha expulsado”, señala el profesor de la Universidad Internacional de La Rioja. La precariedad ha sido la causa entre los más jóvenes, mientras que a los mayores les ha transmitido que “no hay oferta para ellos”. A pesar de esto, en ambos casos sobresale la vocación por el emprendimiento.
Por todo ello, ante los procesos de transformación que se producen en las empresas, con independencia del sector o país al que pertenezcan, la diversidad debe ser abordada desde una perspectiva positiva. En este sentido, Soriano y Ortega coinciden en que la clave para cualquier dirigente debe ser acometer los cambios integrando las aptitudes que puede aportar cada una de estas generaciones. Y, de hecho, aquí el mentoring inverso juega un papel crucial al utilizarse como una herramienta que proporciona competitividad a todas las compañías. “Mira lo que aporta la experiencia y resiliencia de los silver a la irreverencia e impaciencia de los zeta”, señala Ortega.
Además, resaltan igualmente que somos una sociedad caracterizada por poner el foco de la toma de decisiones únicamente en aquellas generaciones que ocupan los puestos de liderazgo. Es decir, los X y los Y, también conocidos como millennials. Por ello, animan a no perder de vista dos segmentos, ubicados por arriba y por abajo, que se tratan de cortes de edad “relevantes” y que corren peligro de quedarse fuera de la conversación y del debate, lo que abriría una brecha que puede terminar en una polarización entre generaciones.
Comunicación en las empresas: claves para un liderazgo inclusivo y participativo