Más flexibilidad y autonomía, semanas laborales más cortas, reducción de la jornada y evaluación por resultados son algunas de las novedades que los trabajadores han comenzado a demandar como consecuencia del nuevo paradigma surgido a raíz de la pandemia. Así lo muestran los resultados de la segunda edición de ‘Resetting Normal: redefiniendo la nueva era del trabajo’, un informe elaborado por el Grupo Adecco con carácter global que recoge las percepciones laborales, actitudes, comportamientos y perspectivas de personas de 25 países en los que opera y entre los que se encuentra España.

Su desarrollo también ha sido posible gracias a la participación de una muestra total de 14.800 trabajadores de 18 a 60 años con contratos de, al menos, 20 horas semanales. De esta forma y teniendo en cuenta que la COVID-19 ha cambiado las formas de trabajo tradicionales, una de las principales conclusiones del análisis es que para que una compañía pueda ser considerada resiliente, tanto los líderes como los empleados deben ser capaces de adaptarse al cambio.

En este punto, la flexibilidad se convierte en un pilar fundamental de este nuevo contexto. Tal y como detallan desde Adecco, una de las características de la era pospandémica es la reorganización del trabajo y con él, el fin del horario laboral de 9 a 18 horas. En este tiempo se ha hecho más efectiva la medición de la productividad a través de los resultados, una tendencia que ya estaba en auge antes de la llegada del coronavirus y cada vez se demanda más al considerar que ya no son relevantes para las nuevas formas de realizar sus tareas. “El 76% de los españoles cree que las empresas deben revisar la duración de la semana laboral y las horas que se espera que trabajen los profesionales”, explican.

Con la vista puesta en el futuro, el 80% de los españoles quiere mantener la flexibilidad sobre su propio horario. Además, siguiendo los datos del estudio, el contrato del 74% de los profesionales supera las 40 horas semanales. De estos, más de la mitad, el 58%, afirma que podría hacer las mismas funciones en menos del tiempo establecido. Sin embargo y, a pesar de estos datos, en el último año solo el 22% de los empleados ha pensado en reducir el número de días a la semana que trabaja.

Perspectivas de futuro

Al ser interrogados sobre cómo les gustaría que actuaran sus responsables una vez superada la pandemia, el 73% de los españoles lo tiene claro: dotando al personal de libertad "para decidir cuándo y cómo trabajar”. No obstante, por regla general las personas no se muestran optimistas ante este supuesto y solo cuatro de cada diez considera que sus expectativas se cumplirán. 

Consecuencias del teletrabajo

La imposición del trabajo en remoto en una infinidad de compañías durante los momentos más duros de la emergencia sanitaria ha demostrado que esta modalidad no implica una pérdida de productiva y, además, que permite incorporar fórmulas inclusivas y flexibles. Por ello, esto ha dado como resultado un nuevo paradigma conocido como trabajo híbrido, que se posiciona como la opción preferida de los empleados. Seis de cada diez españoles quieren trabajar de manera híbrida, sin embargo, al igual que ocurre con la demanda de mayor flexibilidad, solo el 48% piensa que su empresa permitirá un cierto grado de teletrabajo a largo plazo.

En relación con esta idea, el documento también resalta que, pese a que el trabajo en remoto ha sido bien aceptado, eso no significa que otros muchos individuos también quieran volver a sus oficinas. No obstante, estos quieren hacerlo “en sus propios términos” y, principalmente, destacan las ganas de volver a ver a sus compañeros y su intención de recuperar su productividad, ya que el 15% confiesa que ha empeorado en casa.

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