Olimpia y Carolina Roman, fundadoras de Oli&Carol, son un ejemplo a la hora de emprender con éxito. Con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, que se celebra el 19 de noviembre,  conversamos con estas hermanas sobre su propia experiencia. Siendo aún estudiantes, decidieron centrar su negocio en los juguetes sostenibles para bebés y niños basándose en productos que no existían, hasta el momento, en este nicho de mercado y que hoy representan la clave de su éxito.

Creasteis vuestra marca de juguetes sostenibles siendo muy jóvenes, tan solo con 16 y 21 años, mientras aún estabais estudiando. ¿De dónde partió la inquietud por fundar vuestro propio negocio?

Tenemos sangre emprendedora durante varias generaciones en nuestra familia y siempre habíamos querido montar algo por nuestra cuenta. Conocimos a un fabricante que trabajaba con esta materia prima que proviene de los árboles, el caucho natural, y nos decidimos lanzar.

¿Cómo fueron esos primeros momentos, desde que tenéis la idea para vuestra empresa hasta que conseguís ponerla en marcha?

En ese momento, no era tanto qué producto queríamos ofrecer en este proyecto, sino más el cómo y qué valores podríamos transmitir. Solidaridad, sostenibilidad y cuidado del medio ambiente han sido siempre nuestros pilares y donde nace nuestra filosofía. A día de hoy, ofrecemos juguetes 100% sostenibles y hechos a mano de caucho natural para bebés y niños. Empezamos a base de prueba y error, muchas muestras, hasta que salió la idea final por la que nos decidimos. Apostamos por diseños vintage, más clásicos pero aun así, diferenciándonos de la competencia. Creamos esa conexión con esas madres que habían tenido esos juguetes en su infancia. Empezamos utilizando moldes antiguos del proveedor, no tuvimos que invertir en ello en un inicio.

¿Recibisteis algún tipo de apoyo público o institucional para crear vuestro negocio?

La financiación inicial de Oli&Carol fue de 0€. El distribuidor francés apostó por la marca desde sus inicios pagando por adelantado, y el proveedor nos financió la primera compra. Hasta el día de hoy, podemos decir que Oli&Carol no ha necesitado nunca ningún tipo de financiación externa.

Ahora que Oli&Carol ha demostrado su éxito, ¿qué consejos daríais para empezar un negocio desde cero?

Detrás de toda startup o pequeña empresa, hay muchas horas de trabajo y dedicación. Ya sabes lo que dicen, "lo que viene fácil, se va fácil", y para tener éxito, hay que trabajar mucho en lo que crees. Y también rodearte de gente con la que trabajes bien, que te empuje a seguir adelante y con la que saques lo mejor de cada uno. Trabajo, constancia y dedicación.

¿Consideráis que ser mujer y emprendedoras os ha influido de alguna manera positiva o negativa a la hora de presentar vuestro plan de negocio a posibles inversores, expandiros dentro y fuera de España, etc?

Realmente no creemos que una cosa u otra haya influido en nuestro crecimiento o evolución como emprendedoras. En casa nos enseñaron a luchar y a seguir adelante pase lo que pase, y que todo con esfuerzo y dedicación se puede conseguir. Nunca nos hemos visto afectadas en gran manera por ser mujeres.

De todo lo aprendido hasta ahora, ¿con qué lección os quedáis como mujeres y empresarias?

Con que a base de esfuerzo es como se consiguen buenos resultados. Cada detalle cuenta y hace que el resultado final sea mucho mejor y más satisfactorio. También que en la vida la actitud es la base de todo. Con tiempo, dedicación y muchas ganas se puede llegar donde te propongas.

¿Cuáles son los planes de Oli&Carol a corto y medio plazo?

Para este 2023 se vienen nuevas categorías de producto, colaboraciones, y diseños innovadores. ¡Tenemos muchísimas ganas! Y como llevamos haciendo desde nuestros 8 años de existencia, seguiremos trabajando para aportar nuestro granito de arena al planeta, y no pararemos de explorar maneras en las que ser más sostenibles, solidarias, transmitir mensajes importantes a las nuevas generaciones, y seguir reduciendo nuestra huella de carbono.