A lo largo de los últimos años los cambios se han convertido en un reto constante dentro de las empresas. Uno de los más característicos, sin duda, es el paso vivido de los analógico a lo digital. Sin embargo, tal y como señala el socio Managing Partner de NostrumCorp, Javier Soriano Rouco, este tipo de […]
Gestión y LiderazgoDirigentes Digital
| 05 abr 2022
A lo largo de los últimos años los cambios se han convertido en un reto constante dentro de las empresas. Uno de los más característicos, sin duda, es el paso vivido de los analógico a lo digital. Sin embargo, tal y como señala el socio Managing Partner de NostrumCorp, Javier Soriano Rouco, este tipo de transformaciones no dejan de ser herramientas y metodologías de trabajo. En lo que respecta al desarrollo de los dirigentes, su papel sigue siendo el mismo: ser un líder capaz de adaptarse a cada situación, configurar equipos y sacar de ellos lo mejor.
En una conversación con DIRIGENTES, el experto explica que, aunque en la actualidad a los nuevos profesionales les puede resultar difícil de entender que hayan sido capaces de trabajar en un mundo sin tecnología, los líderes más veteranos siguen teniendo “un approach personal y el charming adecuado para cada persona y cliente”. En este sentido, para Soriano es clave que estos elementos sigan existiendo en la medida en que “tu cliente es el que debe creer en tus productos y en que la persona que se la ofrece le transmita credibilidad y confianza”.
Teniendo estos elementos en cuenta y tomando como punto de partida el escenario actual, desde NostrumCorp consideran que la incertidumbre es un factor permanente. “Unas veces sabemos valorar más que en otras situaciones las probabilidades de que las cosas ocurran o alcancen una meta”, recalca Soriano para apuntar que no se debe olvidar que “los negocios conllevan riesgo y la labor del dirigente es diluir al máximo ese riesgo para alcanzar los objetivos”.
Así las cosas, el dirigente de éxito debe ser capaz de cumplir una premisa: que el futuro no le sorprenda. Para ello, subraya la importancia de prestar especial atención a los objetivos definidos en el plan de negocio, entendido como un road map y, a partir de ahí, “trabajar con la antelación necesaria para modificar el camino cuando sea necesario para llegar a la meta”. Además, también declara que en entornos cambiantes es clave estar preparado para cambiar la estrategia si fuera necesario: “Si tú vas un paso por delante, tú lideras el camino y los demás te siguen”.
En este sentido, entre las cualidades que propone desarrollar sobresalen la visión y la confianza. Mientras que, con el fin de potenciar su trabajo y la comunicación con sus empleados, Soriano sugiere centrarse en dos aspectos. Primero, estar muy cerca de tu equipo, pero sin que se sienta controlado. Es decir, dejándolo explorar y aportar sus ideas. Y, en segundo lugar, considera importante “discutir y consensuar” la mejor vía para que el equipo se sienta identificado con la compañía y sus objetivos en la medida en que “si las metas fijadas son, obviamente, inalcanzables, la desmotivación se instalará en el ánimo de todos”. Por esto, los objetivos deben ser “desafiantes, pero alcanzables”, de forma que con el esfuerzo y los recursos adecuados sea posible alcanzarlos.
“No es necesario recibir o pedir dinero para iniciar un proyecto”