La conocida frase atribuida a Albert Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” ilustra en lo que consiste la innovación. También es aplicable a los negocios, puesto que las ideas disruptivas pueden acabar obteniendo resultados diferentes. No obstante, no siempre se consigue innovar creando un producto nuevo, sino que a veces basta […]
Dirigentes Digital
| 30 ene 2020
La conocida frase atribuida a Albert Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” ilustra en lo que consiste la innovación. También es aplicable a los negocios, puesto que las ideas disruptivas pueden acabar obteniendo resultados diferentes. No obstante, no siempre se consigue innovar creando un producto nuevo, sino que a veces basta con una nueva manera de llevar a cabo los procesos.
Eso ha ocurrido en los últimos años en el mercado de delivery, o usando términos en castellano, en el de reparto de comida a domicilio. En los últimos dos años el mercado ha multiplicado su facturación por 20, lo que ha atraído el apetito inversor y ha dado lugar a nuevas ideas de negocio que pretenden sacar partido de un mercado en crecimiento.
Dicho segmento se ha visto favorecido por aplicaciones como Glovo, Uber, JustEat y Deliveroo, que gestionan la entrega de la comida. Sin embargo, la preparación de los alimentos no ha sufrido cambios. Los productos se cocinan en un restaurante de la forma en que se ha hecho siempre, de modo que no todos los alimentos son aptos para ser transportados y consumidos bastantes minutos después de ser preparados.
Esta problemática es la que trata de resolver Inmotionfood, cuyo CEO y fundador, José Luís Domínguez, observa que el mercado ha cambiado pero “la restauración no ha adaptado a este aumento de la demanda”. Así, Domínguez cree que “se siguen haciendo las cosas de la misma manera”. En ese sentido, critica que la comida hecha siguiendo ese modelo pierde mucha calidad por el hecho de “aguantarla en una caja durante un tiempo, hasta que llega al destinatario”.
Ante eso, Inmotionfood se propuso transformar el proceso de cocinado para adaptarlo al transporte y a ser consumido entre quince y treinta minutos después de preparado. “Rediseñamos las materias primas que utilizamos, la manera de cocinar y el packaging que empleamos”, dice Domínguez, con el objetivo de que “el plato esté buenísimo unos minutos después de salir de nuestra cocina”.
Para ello, Inmotionfood ha diseñado varias marcas que tratan de cubrir segmentos distintos, llamadas Nugu Burguer, Caprinchos, De la abuela, y Huerta Nuestra. El ejemplo más gráfico de cómo estas marcas adaptan sus procesos es el de Nugu Burguer. Las hamburguesas de esta marca se terminan de cocinar a la vez que el pan. La carne se envuelve con el pan y el envoltorio diseñado por la compañía, de modo que durante el traslado el pan sigue “pasándole a la carne el calor que necesita para terminar de hacerse”, explica Domínguez.
En todo caso, hay que precisar que el restaurante no se encarga directamente del reparto de la comida. Inmotionfood prepara los platos en sus restaurantes, a los que el consumidor puede acceder a través de las distintas aplicaciones de comida a domicilio, como son Uber Eats, Deliveroo, Just Eat o Glovo.