La posibilidad de reabrir un buen número de negocios, como tiendas y hoteles, está animando a sus dueños a comunicar que ya están listos para dar servicio a sus clientes de nuevo. La principal dificultad es convencerlos de que se han introducido todas las medidas necesarias para evitar el mínimo riesgo de contagio. Además, los negocios son conscientes de que este es el momento idóneo para hablar de aquellas cualidades que los hacen únicos.

Katharina Rohrer comenta en una videollamada a DIRIGENTES que no hay mejor sitio para pasar unas vacaciones que en su establecimiento, porque cuenta con todas las medidas de higiene, además de otros servicios orientados a fortalecer la inmunidad de sus clientes. La managing director de la Clínica Buchinger Wilhelmi en Marbella, corrige la definición cliente y la transforma en paciente, dado que su negocio está más relacionado con la salud.

Estos meses en los que las puertas han permanecido abiertas han servido para reforzar la seguridad y las medidas de higiene. Entre ellas, Rohrer comenta el cambio de los grifos, que ahora funcionan por sensores. Además, se hace un test PCR y otro de anticuerpos a los clientes que llegan allí, para asegurar que pueden disfrutar de todas las comodidades de la clínica.

Desde el primer momento, Rohrer insiste en que una de las señas de identidad de su establecimiento es la prevención, que resulta más importante que nunca para defenderse de una infección. Se crean planes personales para cada paciente, orientados a prevenir “todas las enfermedades de alto riesgo si te infectas con el virus, como diabetes, sobrepeso o problemas cardiovasculares”. Según la directora, estas enfermedades “justamente son las que pueden provocar que una infección de un virus sea más grave”.

Además, la hoja de ruta de la estancia en la clínica contiene otras medidas destinadas a fortalecer el sistema inmunológico. Entre ellas, se encuentra la firme apuesta por la comida sana, además del ayuno, una de las especialidades del centro. “Ayunando desintoxicas tu cuerpo”, comenta Rohrer, de manera que se facilita el proceso de autofagia que se encarga de regenerar las células y eliminar aquellas que enfermas.

Reinicio de la actividad

Como la gran mayoría de este tipo de empresas, la Clínica Buchinger también ha sufrido la paralización. “Iremos incorporando el personal”, que, según Rohrer, aún se encuentra en ERTE. No obstante, al tratarse de una clínica, Sanidad recomendó que permaneciera abierto por si hubiera sido necesario derivar pacientes.

El impacto en la ocupación ha sido relevante, al pasar de unos 115 pacientes en condiciones normales, a los 3 que han alojado durante estos dos meses y medio. La expectativa es que en agosto y septiembre se recuperen al menos hasta los dos tercios de ocupación. Confían en la recuperación de los clientes que, en una gran parte, han optado por aplazar sus visitas al centro.