Pedir un fisioterapeuta a domicilio. Esa es la misión de UrbanFisio. Fundada en 2016, el impulso de esta start-up llegó tras su paso por Lanzadera, la incubadora de Juan Roig. En estos cuatro años de andadura han atendido a más de 15.000 personas en las cuatro ciudades españolas en las que está presente y factura cerca de un millón de euros anuales. DIRIGENTES habla con su cofundador y CEO, Miguel de Santiago, para conocer más de cerca esta iniciativa.
¿Cómo surge esta iniciativa?
En 2016, Irma Gutiérrez y yo, ambos fundadores de UrbanFisio, decidimos aunar nuestro expertise en el sector de la fisioterapia, por su parte, y en la gestión empresarial y transformación digital, por la mía, para lanzar un proyecto que hiciese accesible la fisioterapia personalizada a las personas. Por tanto, nació con el objetivo de ofrecer un servicio que se adapte a la rutina de los clientes y sea ágil y digital, como ya se hace en otros sectores.
Miguel de Santiago, CEO y cofundador de UrbanFisio
Por el momento, UrbanFisio solamente opera en Madrid, Barcelona, Valencia y Asturias. ¿Por qué esos cuatro núcleos de población?
Comenzamos nuestra andadura en la capital en 2016. Tras la acogida que tuvo, decidimos apostar por la segunda ciudad más grande del territorio nacional como es Barcelona. En el caso de Valencia, formar parte del proyecto Lanzadera fue clave para tomar la decisión de implantarnos allí. Por su parte, en Asturias nos pareció interesante instalarnos en una región en la que podíamos tener un impacto social importante al tratarse de la población más envejecida de España. Además, en los próximos meses tenemos previsto estrenarnos en seis ciudades: Sevilla, Málaga, Bilbao, Alicante, A Coruña y Palma de Mallorca. Más adelante nos gustaría extender nuestra presencia a Portugal.
¿Hay oportunidades para este negocio en la España vacía?
Sí. Nuestros servicios serían un gran aliado para los habitantes de las zonas rurales y, teniendo en cuenta nuestra misión de hacer accesible la fisioterapia personalizada, nos gustaría estar ahí y cubrir una demanda social.
La sociedad ha comenzado a darse cuenta de la importancia de la fisioterapia como servicio hace relativamente poco tiempo. ¿Queda mucho camino por recorrer o se trata de un sector maduro?
Según datos del INE, la fisioterapia aumenta en España a un ritmo del 6% anual, por lo que pensamos que es una profesión que, si la comparamos con el entorno europeo, todavía tiene mucho potencial de crecimiento. La ratio de presencia de la fisioterapia en la salud pública en España están por debajo de la media europea. Se puede decir que tenemos mucho camino por recorrer porque en nuestro país todavía es una gran desconocida.
¿Qué medidas tomó UrbanFisio durante el estado de alarma?
Como respuesta a la crisis sanitaria y social que atravesamos por la pandemia, desde UrbanFisio hemos lanzado un servicio con varios programas, dos presenciales y uno telemático. El primero consta de un tratamiento terapéutico específico pos-COVID dirigido a la recuperación de pacientes que han sufrido la enfermedad, ya que puede dejar secuelas en su sistema respiratorio y necesitan rehabilitación en su estructura musculoesquelética. El segundo es ‘ReActívate’, un tratamiento terapéutico para ayudar a recuperar la movilidad después de las semanas de confinamiento. Por último, se encuentra el programa telemático Urban Connect, un servicio de videoconsulta online para atender de manera personalizada a los pacientes.
Relacionada con la anterior, el confinamiento en los hogares ha podido ocasionar un aumento de las lesiones. ¿Ha detectado un aumento de la demanda durante este verano?
Con la desescalada se produjo un incremento. Esto se debe a que la falta de movimiento genera un deterioro en articulaciones, músculos y huesos, sobre todo, en colectivos de edad avanzada, que sufren mucho más las consecuencias. Nos hemos encontrado ante muchos casos de deterioro en personas mayores por falta de actividad, pero también en clientes más jóvenes por lesiones derivadas de iniciar la práctica deportiva sin progresividad después de la inactividad, lesiones por teletrabajo y también provocadas por la ansiedad y el estrés originados por la situación de incertidumbre.