Es cierto que el trabajo y el ocio, por concepto, no van de la mano. Pero cuando estos se desarrollan en un mismo espacio, el ambiente es mucho más distendido. Y si es en un escenario como el Hotel Santo Domingo, es fácil afrontar una jornada de reuniones con una sonrisa. Ubicado en la calle […]
Dirigentes Digital
| 19 dic 2019
Es cierto que el trabajo y el ocio, por concepto, no van de la mano. Pero cuando estos se desarrollan en un mismo espacio, el ambiente es mucho más distendido. Y si es en un escenario como el Hotel Santo Domingo, es fácil afrontar una jornada de reuniones con una sonrisa. Ubicado en la calle San Bernardo, en pleno corazón de Madrid, es un lugar inmejorable para organizar eventos de empresa, no sólo por su localización, sino también por todo lo que esconde en su interior.
Dispone de más de 1.200 m² de espacios para celebrar todo tipo de eventos distribuidos en 13 salones multifuncionales. Entre ellos destacan el Salón Belvedere, con vistas al Palacio de Oriente, y el Salón Natura, cubierto por un original techo acristalado que permite el paso directo de la luz natural. Este último se encuentra situado justo debajo del espectacular Jardín Colgante, Record Guiness en el año 2011, con más de 1.000 m2 de vegetación y flores. Inspirado en los Jardines Colgantes de Babilonia, nació con la finalidad de proporcionar a los 70 dormitorios orientados al patio interior unas vistas espectaculares. Sorprendente e inesperado, cautiva a quienes buscan aire puro en medio del asfalto.
El Hotel Santo Domingo permite, a su vez, combinar las horas de actividad profesional con un tiempo de ocio de calidad. Y es que está a un paso de grandes atractivos turísticos, la zona de compras de Preciados y los múltiples teatros y cines de la Gran Vía.
Pero no hace falta salir del emplazamiento para disfrutar. Su terraza, con vistas al Madrid de los Austrias, formada por un solárium elevado y zona de piscina hace las delicias de los clientes alojados durante la temporada estival. Este mismo espacio, cuando cae la tarde, se transforma en una original Terraza de verano llamada ‘Sunset Lookers’, abierta a todo el público y que también se alquila para la realización de eventos corporativos.
Al finalizar la jornada, toca descansar y dónde mejor que en una las 202 habitaciones distribuidas en cinco categorías: Economy, doble estándar, superior con balcón, superior panorámica y suite. Tampoco nos olvidamos de las más de 100 decoraciones diferentes. Destacan, por su originalidad, las habitaciones temáticas, especialmente personalizadas con atractivas pinturas murales creadas por artistas noveles. Cada una recrea un ambiente distinto, como Nueva York, el interior de un acuario, Don Quijote de la Mancha…
Todo ello se une a la experiencia gastronómica que ofrece el Hotel Santo Domingo. Una cocina de vanguardia con raíces tradicionales, basada en productos de alta calidad, que presenta toda una amplia variedad de menús y opciones para acompañar esos encuentros profesionales. Son elaborados directamente en las cocinas del Restaurante Sandó ubicado dentro del mismo Hotel. En cuanto a aquellos que prefieran una alternativa más informal, La Barra de Sandó es el plan perfecto para tomar algo después de una jornada de trabajo y degustar algunos de los pintxos gourmet que ofrece en su apetitosa carta.
Otra agradable sorpresa que esconde el Hotel Santo Domingo son Las Cuevas de Sandó, un cocktail bar enclavado en unas auténticas cuevas del siglo XVI. Se trata de un escondite con más de cinco siglos de historia en el que disfrutar de una gran selección de bebidas. Su decoración, combinando las antiguas bóvedas de ladrillo originarias de la estructura con suelos de cristal que cambian de color, crea un fabuloso contraste entre el Madrid antiguo y el más novedoso.
Innovación, modernidad, confort, gastronomía… El Hotel Santo Domingo fusiona una multitud de variables para convertirse en un espacio perfecto para el diálogo y el consenso, que, al fin y al cabo, son los elementos clave cuando hablamos del mundo empresarial.