Malta, a pesar de que tan solo es un pequeño archipiélago ubicado en el mar mediterráneo, cuenta con un inmenso patrimonio cultural. Y no es para menos con sus 7.000 años de historia. Sus iglesias y palacios son en sí mismos grandes exponentes de las construcciones barrocas y neoclásicas que, además, albergan en su interior obras de arte de incalculable valor.

Todo esto hace de Malta el escenario perfecto para uno de los encuentros culturales más importantes a nivel europeo: el Festival Internacional de las Artes. Con un poco más de dos semanas de duración, ofrecerá un año más una variada selección de las mejores obras de teatro, espectáculos de danza, música y exposiciones de pintura para todos los públicos.

Se llevará a cabo en los lugares de mayor importancia históricas del archipiélago entre el 29 de junio y el 13 de julio. Uno de sus mayores atractivos es que artistas emergentes y consolidadas se unen para crear nuevas colaboraciones interdisciplinarias y formar vínculos con la comunidad.

Pero, ¿por qué se celebra en Malta el Festival Internacional de las Artes?

Las islas maltesas ofrecen infinidad de rincones que incluso fueron elegidos para filmar películas como Troya, Gladiator, Munich o la serie Juego de Tronos. Con ello, su belleza no sólo se puede disfrutar en sus paisajes, sino en todo lo que alberga el interior de sus edificios.

Una de las mayores joyas que se pueden encontrar en la isla es, sin duda, el cuadro La Decapitación de San Juan Bautista. Esta fue las obras más famosas del pintor italiano Caravaggio y se encuentra en la Concatedral de San Juan, en Valletta, una iglesia construida por los Caballeros de la Orden de Malta en 1578.

Por su parte, sus palacios son el hogar de majestuosas colecciones y obras de arte. Entre ellos destaca el Palacio del Gran Maestre en Valletta, que en la actualidad es la sede del gobierno del país. También se pueden encontrar auténticas rarezas, como la armadura original que llevó el Gran Maestre Jean de la Vallette, fundador de la Valletta, además de antiguos tapices y retratos de los diferentes presidentes del país.

Sin duda, Malta es un enclave perfecto para que modernidad y tradición se den de la mano en uno de los encuentros culturales más importantes a nivel europeo.