Los emails que ponen en peligro nuestra seguridad

El correo electrónico no es una forma segura de compartir información importante como contraseñas, ya que al no estar está cifrado no solo puede ser interceptado sino que también puede ser leído. Sin embargo, muchas empresas y personas todavía envían recordatorios de contraseñas por email que quedan archivadas de forma insegura en sus servidores.

El peligro está en que esta información personal queda expuesta a ataques informáticos cuyo objetivo es conseguir nuestras credenciales para acceder a los servicios online de los que somos usuarios, como puede ser la banca online.

La herramienta gratuita Dashlane Inbox Scan nos descubre si alguna de nuestras contraseñas ha sido filtrada. Lo único que hay que hacer es entrar en su página web, escoger nuestro tipo de cuenta (Google, Hotmail, Yahoo! o Aol) y darle permiso para consultar y administrar nuestro correo y lista de contactos, y visualizar nuestra información de perfil. La compañía asegura que este acceso es temporal y solo le daremos permisos de lectura, y que ninguna de nuestras informaciones será almacenada tras el escaneo (que se realiza en muy pocos segundos).

Lo primero que aparece es un mapa cronológico con círculos que nos muestran los remitentes de nuestros correos más inseguros. Hemos de prestar especial atención a los círculos rojos, ya que son los que representan los emails que contienen contraseñas en texto plano.

La herramienta también puntúa la seguridad de nuestra cuenta de correo, detecta si hay alguna contraseña ya afectada por infracción, y nos avisa si hemos repetido demasiado una contraseña en particular para varios servicios distintos. Después de darnos esta información, nos permitirá descargar un informe completo del grado de vulnerabilidad de nuestras contraseñas.

Cómo usar contraseñas de forma segura

Tras haber visto nuestros errores de seguridad del pasado que dejaron la puerta abierta a piratas informáticos, es interesante conseguir que no se vuelvan a repetir, aprendiendo a crear contraseñas seguras y a mantenerlas protegidas.

Entre los mejores consejos que podemos seguir están: actualizar nuestras contraseñas regularmente, usar una contraseña exclusiva para cada cuenta (por ejemplo, una para Facebook, otra para el correo, y muy importante, ¡otra distinta para nuestra cuenta bancaria online!), guardar las contraseñas en un lugar oculto, que no sea nuestro correo ni el escritorio, y usar contraseñas largas formadas por números, símbolos y letras en mayúscula y minúscula, evitando que coincidan con nuestra información pública, como números de teléfono o fecha del cumpleaños, y ni qué decir tiene, las manidas "123456", "contraseña" o "qwerty", el equivalente online a ir repartiendo por la calle copias de nuestras llaves de casa.

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