El consenso de los analistas sitúa esta cifra alrededor del 5%. Y, de confirmarse, sería el registro más bajo desde la revuelta del Tiannanmen, en 1989. La Cámara Oficial de Comercio de España en China, sin ir más lejos, ha recibido una carta manuscrita del alcalde de Pekín, Chen Jining, solicitando un encuentro al efecto […]
InternacionalDirigentes Digital
| 06 mar 2020
El consenso de los analistas sitúa esta cifra alrededor del 5%. Y, de confirmarse, sería el registro más bajo desde la revuelta del Tiannanmen, en 1989. La Cámara Oficial de Comercio de España en China, sin ir más lejos, ha recibido una carta manuscrita del alcalde de Pekín, Chen Jining, solicitando un encuentro al efecto de aliviar la delicada situación de nuestras empresas. Según una encuesta de la Cámara, un 75% de las empresas esperan ver reducidos sus ingresos en 2020.
“Esta crisis puede ser la puntilla a muchas firmas que llevan un tiempo planteándose abandonar China”, señalan fuentes del sector empresarial, en conversación informal con DIRIGENTES. Las autoridades chinas son conscientes de ello. Y, desde el principio, se han volcado en sus iniciativas destinadas a paliar los efectos económicos del coronavirus. Al ser un shock sobrevenido de la demanda, a nivel macroeconómico, las medidas son sobre todo contracíclicas. Los intereses van a seguir reduciéndose. Se está manteniendo un nivel adecuado de masa monetaria en el sistema. Y, a nivel fiscal, se están fomentando beneficios fiscales de toda naturaleza.
Se han acordado exenciones a muchos contratos, como es natural, mientras lo inmediato ha sido garantizar la logística de productos básicos. China, por otra parte, tenía prevista una inversión en infraestructuras superior a los 250 mil millones de dólares en 2020. “Estos planes se van a hacer efectivos, acelerando absolutamente todos los trámites, en cuanto finalice esta crisis”, han asegurado fuentes gubernamentales consultadas por DIRIGENTES. Los procesos en aduana, por otra parte, van a ser simplificados, al único efecto de recuperar el pulso del comercio exterior. Y solamente será necesario, señalan otras fuentes, reinstaurar la confianza del consumo. En todo caso, ahora mismo, algunas ciudades casi han recuperado la normalidad, como Shanghai. En Pekín, sin embargo, algunos edificios de oficinas permanecen cerrados. Y el epicentro del brote, Hubei, seguramente pueda permanecer en cuarentena unos meses más. Allí tiene lugar el 10% de la producción automovilística china. Francia mantiene un tercio de toda su inversión china en Hubei. Y la producción industrial de bienes intermedios desde Hubei, clave en términos de desarrollo económico, será otra de las preocupaciones del gobierno chino a partir de ahora. “Se teme, en este periodo de tiempo, que muchas firmas multinacionales comiencen a buscar otros proveedores fuera de China”, reflexiona Yu Miaojie, del China Center for Economic Research, en conversación con DIRIGENTES.