Tras días de negociaciones maratónicas republicanos y demócratas han llegado a un acuerdo y han aprobado las medidas “más caras y de mayor alcance” en la historia del Congreso de Estados Unidos. “Por fin, tenemos un acuerdo. El Senado ha llegado a un acuerdo bipartidista sobre un paquete de ayuda histórica para esta pandemia” anunciaba […]
InternacionalDirigentes Digital
| 25 mar 2020
Tras días de negociaciones maratónicas republicanos y demócratas han llegado a un acuerdo y han aprobado las medidas “más caras y de mayor alcance” en la historia del Congreso de Estados Unidos. “Por fin, tenemos un acuerdo. El Senado ha llegado a un acuerdo bipartidista sobre un paquete de ayuda histórica para esta pandemia” anunciaba el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, quien lo describió como “una gran inversión en tiempo de guerra para nuestra nación”. Muchos lo califican como “el paquete de rescate más grande en la historia de Estados Unidos”.
El plan ofrecerá una inyección masiva de ayuda financiera en una economía en dificultades, afectada por la pérdida de empleos, con disposiciones para ayudar a los trabajadores y familias estadounidenses afectados, así como a las pequeñas empresas y las principales industrias, incluidas las aerolíneas.
De esos 2 billones aprobados, 250.000 millones irán a parar a pagos directos a individuos y familias. Según el plan las personas que ganan 75.000 dólares al año en ingresos brutos obtendrían pagos directos de 1.200 dólares, las parejas casadas que ganan hasta 150.000 dólares recibirían 2.400 500 adicionales por cada hijo. El pago se reduciría según los ingresos, reduciéndose por completo a 99.000 para solteros y 198.000 para parejas sin hijos.
Además se destinarán 500.000 millones en préstamos para compañías en dificultades. Otros 350.000 millones irían destinados a préstamos para pequeñas empresas. Además, el proyecto de ley garantizaría que la Administración de Pequeñas Empresas pueda servir como garante de préstamos de hasta 10.000 millones para pequeñas empresas para garantizar que puedan mantener las nóminas de sus trabajadores y pagar sus deudas. El acuerdo también prohibiría que las empresas controladas por Trump, el vicepresidente Mike Pence, miembros del Congreso y jefes de departamentos ejecutivos reciban préstamos o inversiones de los programas del Tesoro.
El seguro de desempleo también se vería significativamente reforzado con una partida de 250.000 millones. Se aumentarán los pagos y extenderá el beneficio a los empleados despedidos y los trabajadores independientes. Específicamente, el proyecto de ley aumentaría el beneficio por desempleo máximo que un estado le da a una persona en 600 dólares por semana. Según el líder de la minoría demócrata en el Congreso Chuck Schumer esto “asegura que los trabajadores despedidos recibirán su salario completo durante cuatro meses”.
Larry Kudlow, el principal asesor económico del presidente Donald Trump, decía el martes desde la Casa Blanca que “esta legislación se necesita con urgencia para impulsar la economía, proporcionar inyecciones de efectivo y liquidez y estabilizar los mercados financieros para ayudarnos a atravesar un período difícil y desafiante en la economía que enfrentamos en este momento”. Kudlow.
En la propuesta de los republicanos también había una partida de 500.000 millones para otorgar préstamos a empresas en dificultades, con 50.000 millones en préstamos para compañías aéreas y de cruceros. Un dinero que será supervisado con la creación de un puesto de inspector general para revisar cómo se gasta el dinero y que no llegue a haber sobornos con las grandes corporaciones.
Además, el proyecto de ley proporcionaría una gran cantidad de fondos para los hospitales más afectados, 130.000 millones, así como 150.000 millones para los gobiernos estatales y locales que tienen problemas de efectivo debido a su respuesta para combatir el coronavirus.
Este paquete de gastos de 2 billones de dólares sería la tercera ronda de medidas de estímulo de emergencia para combatir el brote de coronavirus. Los legisladores ya aprobaron un proyecto de ley de 8.300 millones para las agencias de salud y un proyecto de ley de aproximadamente 100.000 millones destinado a proporcionar pruebas gratuitas de coronavirus, algunos permisos pagados y beneficios de desempleo, así como fondos adicionales de Medicaid y asistencia alimentaria. El presidente Trump firmó los dos primeros proyectos de ley y se espera que también firme el tercer, y más cuantioso, proyecto de ley.