Arturo Gonzalo está contento en estos días. Así, el CEO de Enagás ha invitado a los corresponsales extranjeros para compartir con ellos su visión optimista: “Por fin el mundo se fija en nuestras instalaciones modernas, nuestros sistemas de alta tecnología a nivel de seguridad de suministro y nuestros seis puertos con terminales de GNL.”  España, además, tiene conexiones de gas con Argelia, con Francia y Portugal que se ponen ahora en valor cree Gonzalo: “el 34% de la regasificación en la UE se produce en nuestros puertos.” Por primera vez el país tiene mucho más gas del que necesita y puede exportar hasta a Francia, cuenta José Canseco, profesor de la EAE Business School que trabaja en el sector energético, quien cree que a raíz de todo este movimiento geoestratégico por fin se va a establecer una fuerte industria de empresas medianas en España: “Pasará lo mismo que con el sector del automóvil en su día. Nuestro país será un gran productor un exportador de energía.”

El puerto de Barcelona tendrá, según Gonzalo, un papel clave en este nuevo mundo en el que países como Alemania de repente dependen de España: “Es el más potente.” Al lado están las instalaciones de Seat en Martorell, sucursal de Volkswagen, donde, según el plan de su CEO Herbert Diess, se instalará en los próximos años el fabricante de baterías y productor de coches eléctricos del grupo. Y en Sagunto, otro importante puerto español con terminal GNL, se construirá el año que viene la Gigafactoria de las células de baterías. “El “Green Deal”, el plan verde de Europa para proteger el planeta, es una gran oportunidad para España, mientras para Alemania supone sobre todo grandes inversiones y sacrificios. Aunque Gonzalo insiste: “La ventaja para nosotros a largo plazo será más bien a nivel político, que dentro de Europa se nos pueda tomar más en consideración y que podamos influir más en las decisiones.”

Las buenas relaciones de España con Alemania aportan sus frutos

Esto ya se ha visto en los últimos meses cuando muchos políticos alemanes han visitado a la ministra de economía o al Presidente en Madrid. En abril se ha anunciado el gran plan de Volkswagen de convertir España en un hub de coches eléctricos, algo que se financia en parte con los Next Generation EU Fonds, otra cesión de Alemania a España que es, después de Italia, el receptor neto más grande. Se espera que el país viva este verano un número de turistas récord con dulces momentos de crecimiento, un paro históricamente bajo y más estabilidad en el mercado laboral y no la cruel dependencia de Rusia como le ocurre a Alemania. El país ha diversificado su suministro ya en las últimas décadas. Según datos de la CNMC en el año 2021, el mercado español se abasteció de dieciséis países.

El principal país aprovisionador fue Argelia, con un porcentaje del 42,7%. A continuación, se situaron EE.UU. (14,2%), Nigeria (11,5%), Rusia (8,9%) y Catar (6,3%). La producción de gas propia en su mayoría procedente del reciente yacimiento de Viura (La Rioja), supuso solamente un 0,34% del aprovisionamiento de gas natural. En el gran plan de hidrógeno verde diseñado por los alemanes, también tendrán un papel importante las renovables sector en el que España también se ha convertido en líder con empresas potentes como Iberdrola: “Después de haber salido del mercado de las renovables en 2012 por el cambio de la legislación, España vuelve a retomar todo lo que se había preparado en años anteriores y vivimos otro boom de energía verdes en nuestro país,” cuenta José Canseco, profesor de la EAE Business School que trabaja en el sector energético: “Ahora también se nos abre, además, una gran oportunidad con el coche eléctrico.”

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