Después de socorrer con un ingreso de emergencia (IFE) de 70,3 euros a unos 8 millones de ciudadanos el Gobierno de Argentina estudia ahora convertir ese aporte extraordinario en una remuneración mínima universal y definitiva de 303 euros para 16 millones de personas.

La medida está en estudio en el ministerio de Desarrollo Social y el Banco Nación después de que el presidente Alberto Fernández dijo, el mes pasado, que “sería bueno” garantizar un “ingreso universal a todos los argentinos” como se está aplicando “en todo el mundo”.

Cuarentena más dura

En el segundo trimestre 2020, el PIB argentino se contrajo -21% y el distrito más golpeado por la crisis económica, sanitaria y social fue Buenos Aires, que concentra el 40% del PIB, el 30% de la población y el mayor número de contagios de coronavirus del país.

Es por haberse convertido en el epicentro nacional de la pandemia que esta ciudad y cercanías vuelven, desde este 1˚ de julio, a la fase 1 del “aislamiento social preventivo y obligatorio” tras más de 100 días de iniciada la emergencia ante la detección del virus.

Esto significa un refuerzo de los controles urbanos y suburbanos para mantener restringido al mínimo esencial la circulación de personas y vehículos, la prohibición de actividades físicas en el espacio público y la reducción de la actividad comercial a rubros esenciales hasta el 17 de julio.

"Tenemos que hacer un esfuerzo enorme para preservar la salud de quienes viven allí (en Buenos Aires) y ser solidarios con el resto del país, que no tiene los mismos problemas", dijo el mandatario al extender una vez más la emergencia y citar la ayuda a los más vulnerables.

El modelo español

Un modelo que estudia el Gobierno argentino es el Ingreso Mínimo Vital (IMV) español, según sostiene Brenda Struminger, del diario local La Nación, al citar que este “alcanzará a 2,3 millones de personas con un monto de entre 460 y 1000 euros, y será permanente”. La especialista consultó a dirigentes sociales y al director del Banco Nación, Claudio Lozano.

De acuerdo con Lozano, el aporte se sumaría a una asignación preexistente para familias vulnerables (AUH) para lograr que el plan conjunto beneficie a 16 millones de argentinos que tendrían así “un piso de ingreso por hogar equivalente a la canasta familiar".

Según el Indec (instituto oficial), tal ingreso para una familia de cuatro miembros equivalía, al cierre de junio, a 43.080 pesos. Por los tipos oficiales, ello equivale a 611 dólares, pero en la economía real son 341 dólares (303 euros), debido a la informalidad del mercado argentino, donde conviven diversos tipos, siendo el dólar “blue” el que marca los precios en la calle.