El primer mes de 2020 ha sido de gran expectativa para Argentina respecto al rumbo que tomaría el presidente Alberto Fernández para salir de la nueva crisis que vive ese país a causa de una deuda que el propio mandatario reconoció no poder pagar. La nueva administración -articulada por la peronista Cristina Kirchner para colocar […]
Deuda
| 05 feb 2020
El primer mes de 2020 ha sido de gran expectativa para Argentina respecto al rumbo que tomaría el presidente Alberto Fernández para salir de la nueva crisis que vive ese país a causa de una deuda que el propio mandatario reconoció no poder pagar.
La nueva administración -articulada por la peronista Cristina Kirchner para colocar a Fernández en la presidencia- negocia los compromisos firmados por la gestión Macri en 2018 por un total de 100.000 millones de dólares, equivalentes a más del 80% de su PBI.
Argentina tiene vencimientos este año de 48.868 millones de dólares de capital y 14.838 millones de intereses, según el reporte "La compleja situación de deuda del Estado argentino", de la consultora global PwC.
Los vencimientos inmediatos que enfrenta Hacienda son 1.560 millones de dólares del bono Dual (jueves 13) y 7.000 millones (abril). Para complicar el cuadro, el peso argentino se devaluó más del 50% en 2019.
Esto significa que Fernández no sólo está en rojo -mientras unos 16 millones de pobres esperan señales de la mejoría que les prometió durante su campaña- sino que aún no tiene un plan definido y consensuado con los acreedores para salir de tal situación.
En un intento de despejar la incertidumbre que generó la instalación de peronistas en el poder, Fernández designó en Hacienda a Martín Guzmán, un discípulo de Joseph Stiglitz formado en Columbia y especialista, justamente, en deuda.
Para apuntalar la misión de Guzmán, inició él mismo una agenda internacional en busca de apoyo, concertando encuentros con Netanyahu, el papa Francisco, Sergio Mattarella, Angela Merkel, Pedro Sánchez y Emmanuel Macron.
“El presidente del Gobierno de España me ofreció su sincero apoyo para que la Argentina pueda salir adelante y ponerse de pie”, tuiteó el mandatario tras visitar a Sánchez en Madrid. España es el segundo inversor mundial en Argentina.
“¿Qué es el peronismo?”, le preguntó Merkel a Fernández en Berlín. “Los que mejor administran la economía y el Estado en Argentina”, respondió el sudamericano, según publica el diario Clarín, después de que la canciller le había dicho, en conferencia: “Tenemos que hablar” para ver cómo puede ayudarle Europa.
Stiglitz, neokeynesiano seguido no sólo por el ministro Guzmán sino también mayor mentor actual del peronismo en el poder, dijo (en 2012, en respaldo a Cristina Kirchner) que “Europa no ha aprendido de la Argentina” en materia de deuda.
Argentina, que corre contrarreloj para evitar un nuevo cese de pagos, principalmente con el FMI, debe de llegar a marzo con una posición más firme que la declaración de Fernández cuando asumió (“queremos pagar pero no tenemos con qué”).
En esa línea, Buenos Aires pagó esta semana a acreedores privados 250 millones de capital que había intentado prorrogar para mayo. Ese distrito (el más importante del país y gobernado por un kirchnerista radical) debe pagar aún 3.100 millones este año.
“Somos conscientes de la difícil situación socioeconómica que enfrenta Argentina y su población. Mi personal y yo estamos dispuestos a continuar apoyando a las autoridades”, dijo este martes (4) Kristalina Georgieva tras ver a Guzmán en Roma.
La directora del FMI ya había dicho que las medidas adoptadas por el Gobierno de Fernández “van en la dirección de restaurar la estabilidad macroeconómica y proteger a los pobres", objetivo que dijo “compartir plenamente”.
El presidente Fernández vuelve así a su país con las maletas cargadas de esperanzas y declaraciones del apoyo que espera convertir en refuerzo concreto al sentarse a negociar con los técnicos del FMI a los que su partido considera casi enemigos de la patria y causa última de los problemas argentinos.
Un equipo de ese organismo irá la semana próxima a Buenos Aires para “dialogar” sobre políticas económicas y “conocer más la estrategia de las autoridades”, dijo Goergieva, la principal interlocutora de Fernández de ahora en más, con el fin de elaborar un plan.
El mercado local, en tanto, prevé una inflación del 41,7% y una caída del PBI de -1,5% en 2020, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado publicado por el Banco Central argentino. El aumento de precios en enero fue del +3,5%.
