El Gobierno brasileño busca la vacunación masiva de la población para aliviar la crisis Ante la persistencia de los efectos socioeconómicos de la pandemia más allá de lo previsto inicialmente, el Gobierno de Brasil ha extendido hasta octubre las ayudas financieras a la población más vulnerable, unos 40 millones de brasileños. Se trata de mensualidades […]
InternacionalDirigentes Digital
| 09 jul 2021
Ante la persistencia de los efectos socioeconómicos de la pandemia más allá de lo previsto inicialmente, el Gobierno de Brasil ha extendido hasta octubre las ayudas financieras a la población más vulnerable, unos 40 millones de brasileños.
Se trata de mensualidades de entre 24 y 55 euros para quienes han quedado en el paro y trabajan de manera informal. De acuerdo con el programa inicial, esas personas habrían dejado de recibir tales aportes este mes de julio.
Con estas ayudas, el erario desembolsó en 2020 el equivalente a diez años del más famoso subsidio local, el Bolsa Familia, para unos 65 millones de personas. Calculado para durar cinco meses, el programa se extendió entonces hasta fin de año y vuelve a prorrogarse ahora.
En esa secuencia, los valores han ido disminuyendo a medida que las reservas del Estado iban mermando. La primera versión fue de cuotas de entre 97 y 193 euros para 65 millones de personas. La segunda, cayó a 48 y 97 euros. Ahora serán 55 como máximo para 40 millones y por un trimestre.
“Estos meses adicionales, que significan una extensión de siete meses, son para ofrecer protección mientras alcanzamos la vacunación en masa”, dijo el ministro de Hacienda, Paulo Guedes, el lunes (5), día en que Brasil tenía menos de 14% de la población vacunada.
A pesar de que Hacienda enfatizó que el volumen de recursos era excepcional y que el crecimiento de la economía ayudaría a equilibrar las cuentas, la persistencia de la crisis sanitaria obligó a extender el plazo aún sin señales del esperado despegue.
En el anuncio, el presidente Jair Bolsonaro dijo también que los equipos de Gobierno estudian ahora la forma de “actualizar” en 2022 el valor del Bolsa Familia y otros programas sociales permanentes.
La nueva serie de pagos supone un desembolso de 1.490 millones de euros, según calculó Siga Brasil, el sistema de información de presupuestos del Senado. El programa que terminó en julio fue de 1.434 millones de euros en abril y mayo, según el mismo sistema.
Más allá de las razones de Estado para el otorgamiento de estos auxilios, analistas políticos no dejan de observar que la distribución adquiere una connotación populista en un momento en que la imagen del presidente presenta un desgaste significativo.
De acuerdo con una medición del instituto Datafolha publicada este jueves (8), el rechazo al mandatario llegó al 51% en 146 ciudades donde se realizó la encuesta, de proyección nacional. Su impopularidad crece con las denuncias de corrupción de que es objeto.
“Bolsonaro es el presidente con la segunda peor evaluación a esta altura de un primer mandato desde 1989”, señala Datafolha. El primero fue Fernando Collor, que era visto como pésimo por un 68% de la población cuando fue enjuiciado y destituido.
En la última semana de junio, entró al Parlamento un pedido de impeachment (destitución) para Bolsonaro que fue llamado “super pedido” por resumir 123 denuncias de legisladores de diversa orientación política.
Las manifestaciones callejeras respaldan el pedido, pero el presidente de Diputados, Arthur Lira, ha dicho que no existe “materialidad” (pruebas) para dar curso al proceso y que debe esperarse el resultado de la comisión parlamentaria que investiga las denuncias.